El Senado de Argentina aprobó este miércoles por unanimidad la legalización del uso medicinal de la marihuana, lo que marca un giro en las políticas contra las drogas que predominaron durante décadas en este país y en el resto del mundo.
En escasos minutos, los senadores avalaron la legalización que ya había sido aprobada en noviembre pasado en la Cámara de Diputados, pero que requería ratificación senatorial para entrar en vigor.
Con la decisión, Argentina se suma a los cambios que recorren el mundo ante lo que amplios sectores consideran como un fracaso de la guerra contra el narcotráfico.
El mérito principal de esta reforma es de quienes se bautizaron a sí mismas como “madres cannábicas”, mujeres con hijos enfermos que el año pasado recorrieron los pasillos del Congreso y lograron colar un tema fuera de la agenda legislativa.
Con exposiciones, videos y testimonios, las madres convencieron a los diputados y senadores de la necesidad de autorizar el uso medicinal de una planta.
La ley se aprobó tal y como llegó desde la Cámara de Diputados, por lo que le otorga al Estado y a las empresas privadas la potestad de investigar, producir y distribuir el aceite cannábico y otros derivados medicinales de la marihuana.
De esta manera siguen siendo criminalizadas las madres que cultivan marihuana para producir los remedios que necesitan sus hijos o los cultivadores que les proveen la medicina.
Por eso, este mismo miércoles el diputado Pablo Ferreyra presentó en la Legislatura de Buenos Aires un proyecto de ley para descriminalizar a los autocultivadores de la planta.
Mientras se avanza en ese camino, la ley aprobada hoy ya establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico o paliativo de la planta de cannabis y sus derivados.
También propone la creación de un programa nacional para el estudio del uso del cannabis medicinal que será manejado por el Ministerio de Salud.