El rey de España Felipe VI instó a preservar los valores del periodismo como la veracidad, el contraste de información, el rigor, la imparcialidad y responsabilidad, ante los retos que impone la aceleración digital y nuevas formas de comunicación.
El monarca encabezó la entrega de los XXXIV Premios de Periodismo Rey de España y XIII Premio Don Quijote que convoca la Agencia Efe y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en una ceremonia en que entregó los galardones a informadores de México, España, Cuba, Colombia, Uruguay y Bolivia.
En este acto realizado en Casa de América, el rey expuso que el “nuevo espacio comunicacional” creado por las avanzadas tecnologías y la digitalización, lleva a “distinguir entre información y comunicación”.
“Estas nuevas formas de comunicación inciden en la opinión pública de manera inmediata y sin tiempo a la reflexión, lo que exige un mejor criterio para seleccionar y filtrar. Y ahí es donde es crucial el papel del periodista”, recalcó.
“El periodismo para ser tal, necesita regirse por los firmes valores que representan la veracidad, el rigor, el contraste de la información, la profesionalidad, la imparcialidad y la responsabilidad que ni son nuevos deben verse comprometidos nunca por la aceleración o la tecnificación”, añadió.
El periodista mexicano Carlos Loret de Mola recibió el Premio Rey de España de periodismo, en categoría de televisión, por el programa “Éxodo”, emitido en el programa “Despierta” por la cadena Televisa el 25 de agosto de 2016.
El jurado de los XXXIV premios valoró este trabajo sobre refugiados sirios que huyen de su país por la guerra y la amenaza del autoproclamado Estado Islámico, su paso incierto por distintos países y la situación que viven en Europa.
El presidente de la Agencia Efe, José Antonio Vera, destacó la calidad de los trabajos premiados y alertó de los riesgos del periodismo actual ante nuevas tecnológicas y de manejo de información en los medios de comunicación.
“La exigencia de veracidad es especialmente oportuna en estos días en los que se va abriendo camino en los medios una rara mercancía que sirve algunas noticias en un envoltorio que han dado en llama “posverdad”, sin que para asombro de tantos, haya producido el rechazo radical unánime de la sociedad”, dijo.
“La posverdad es en realidad el culto a la no verdad, el amarillismo y la contrainformación con ánimo de influir en la vida pública y en los ciudadanos”, abundó.
Agregó que los periodistas “no deben caer en la degradante expansión de la inexactitud, la rumorología o el infundio, simplemente porque hay que lograr más audiencia y así más ingresos y publicidad”.
El monarca entregó el Premio Iberoamericano de periodismo a la escritora hispano-uruguaya Carmen Posadas por un artículo titulado “Soñar en español” publicado el 8 de agosto de 2016 en que defiende el uso del idioma español en el mundo.
El premio en categoría de Prensa lo recibió el brasileño Vinicius Jorge Carneiro Sassine, por el trabajo “Recusas da FAB impedem trasplantes de 153 órgãos”, publicado en el diario O Globo el 5 de junio de 2016.
El galardón en fotografía lo recibió el cubano Yander Zamora, por la fotografía “Llegada del Air Force One”, publicada en diferentes diarios de tirada internacional, en marzo de 2016.
El premio de Periodismo Ambiental y Desarrollo Sustentable lo obtuvo la colombiana Patricia Gómez y su equipo por el trabajo “Plomo: veneno invisible, emitido por RCN Televisión el 15 de agosto de 2016”.
La categoría de Radio reconoció a Jordi Basté, director de El Mon a RAC1, el programa en catalán con mayor audiencia en Cataluña, por “Atentados en París”, emitido por esa emisora el 13 de noviembre de 2015.
El Premio de Periodismo Digital lo recibió Gregorio Rodríguez Ramos, en representación del equipo de especiales del diario El País, por una serie de trabajos sobre la transformación de España en las últimas décadas.
Los premios están dotados de seis mil euros, son patrocinados por la constructora OHL, menos el Premio Don Quijote que tiene un monto de nueve mil euros, y se entregó una obra escultórica de bronce del artista Joaquín Vaqueros.