La Casa Blanca urgió este martes a los republicanos en el Congreso estadounidense a anular la Ley Asequible de Salud u “Obamacare”, al advertirles que pagarán un costo electoral si fracasan, y que el presidente Donald Trump no apoyará a los legisladores que voten en contra.
“Creo que va a haber un precio a pagar, pero será con sus propios votantes, y creo que ellos (los legisladores) van a tener que volver (a sus distritos) y explicar por qué hicieron un compromiso y no lo siguieron”, dijo el vocero presidencial Sean Spicer.
La mañana de este martes, el presidente Trump ya había hecho una advertencia durante un encuentro privado con la bancada republicana en la Cámara de Representantes, para empujar la que espera sea su primera gran victoria legislativa.
El líder republicano Paul Ryan planea llevar a voto del pleno de la cámara baja la llamada ey Estadounidense de Cuidado de Salud, con la que el liderazgo republicano y la Casa Blanca buscan cancelar y reemplazar la ley actual, conocida Obamacare.
La presencia de Trump en el Capitolio obedeció a la insuficiencia de votos entre los republicanos para pasar la iniciativa, cuyo destino descansa por completo en su partido ante el rechazo total de los demócratas.
A la salida de su encuentro privado, el mandatario se declaró confiado de que la iniciativa será aprobada, pese a la oposición de varios miembros de la llamada Fracción Libertad, compuesta por los conservadores más radicales.
De acuerdo con reportes de prensa confirmados por algunos legisladores presentes en el encuentro, Trump buscó ser lo suficiente persuasivo para convencer a quienes rehúsan apoyar la propuesta, utilizando un tono severo por momentos.
El mandatario advirtió “voy por tí” al republicano Mark Meadows, de Carolina del Norte y líder de la Fracción Libertad, aunque uno de sus compañeros, Dave Brat, caracterizó el intercambio como una broma.
Ante la prensa, Spicer insistió en que Trump fue serio en su amonestación sobre los potenciales riesgos que correrán los republicanos si el voto del jueves fracasa, pero desestimó que el mandatario haya amenazado a sus correligionarios.
“Creo que es una realidad política. Pienso que para ir a hacer una promesa de esta magnitud y no seguirla después, estoy seguro que los votantes estarían en shock”, dijo.
El vocero sugirió igualmente que Trump le cobrará su propia factura a aquellos legisladores que optan por votar en contra de la iniciativa cuando se trate de hacer campaña para sus reelecciones, aunque buscó un tono menos severo.
“Una de las cosas que (Trump) dejó en claro esta mañana fue que él va a asegurarse que para las personas que apoyan esto, él estará allí apoyándolas. Vamos a asegurarnos de que recordemos a aquellos que estuvieron a nuestro lado y que mantuvieron la palabra que dieron a su votantes”, explicó.