Los gobernantes de la Unión Europea (UE) celebrarán el 29 de abril en Bruselas una cumbre extraordinaria en ausencia de Gran Bretaña, para acordar las líneas maestras de la negociación sobre la salida de ese país del bloque.
“Convocaré un Consejo Europeo el sábado 29 de abril para adoptar las directrices de las conversaciones del brexit“, anunció este martes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
La reunión ocurrirá un mes después de que la primera ministra británica, Theresa May, presente la notificación formal que da inicio al proceso de separación de la UE.
A partir de esa fecha, las dos partes tienen un plazo de dos años para alcanzar un acuerdo sobre temas como el estatus de los ciudadanos europeos que residen en Gran Bretaña y viceversa y la deuda británica con la UE, estimada por la Comisión Europea (CE) en 65 mil millones de dólares.
Un informe presentado este martes en el Parlamento Europeo (PE) señaló que, tras el brexit, los ciudadanos británicos perderán los derechos y libertades fundamentales previstos en los tratados europeos, excepto que se pacte lo contrario entre Bruselas y Londres.
El estudio fue encargado por la Comisión de Asuntos Constitucionales del PE y elaborado por dos profesores de Derecho Internacional y Constitucional de la Universidad de Castilla La Mancha en España.
“Personalmente, desearía que Gran Bretaña no hubiera escogido marcharse de la UE. Pero la mayoría de los votantes británicos lo decidió de otro modo. Así, debemos hacer todo lo que podamos para que el proceso de divorcio sea lo menos doloroso posible para la UE”, dijo Tusk.
La prioridad de Bruselas en las negociaciones será “crear toda la certidumbre y claridad posible para todos los ciudadanos, empresas y países miembros que se vean afectados negativamente por el brexit, así como nuestros importantes socios y amigos en todo el mundo”, afirmó el líder europeo.