El gobierno británico afirmó este viernes que recibió garantías de la Casa Blanca de que “no se repetirán” las acusaciones de que el Government Communications Headquarters (GCHQ) espió al ahora presidente Donald Trump.
Las acusaciones de que el servicio de inteligencia británico, espió al magnate neoyorquino por órdenes de Barack Obama, son “profundamente ridículas” y “hemos recibido garantías (de la Casa Blanca) de que no se repetirán”, declaró este viernes un portavoz de la primera ministra británica Theresa May.
El funcionario usó el mismo lenguaje que el GCHQ que salió al paso anteriormente de tales acusaciones, tildándolas de “absurdas” y “totalmente ridículas”.
“Tenemos una relación estrecha, especial, con la Casa Blanca, que nos permite expresar nuestras inquietudes cuando las tenemos, como era el caso”, añadió el portavoz.
Primero fue Trump el que acusó a Obama de haber intervenido sus comunicaciones, y luego fue su portavoz, Sean Spicer, el que dio validez a una información de prensa que aseguraba que el ex presidente había confiado la tarea a los británicos para que no hubiera huellas estadunidenses en ese trabajo ilegal.
Los comités de inteligencia de ambas cámaras del Congreso estadunidense examinaron la denuncia de Trump y concluyeron que no hay pruebas.