La disputa diplomática entre Turquía, Holanda y Alemania se propagó a internet el miércoles, cuando una serie de cuentas de Twitter sufrieron un ataque informático y publicaron mensajes antinazis en turco.
Los ataques, que parecían ser una forma de vandalismo político y usaban las etiquetas #Nazialmanya (Alemanianazi) o #Nazihollanda (Holandanazi), se produjeron mediante el control de cuentas de presidentes ejecutivos de empresas importantes, medios de comunicación, agencias gubernamentales, políticos y también de algunos usuarios habituales de Twitter.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, ha acusado a los gobiernos de Alemania y Holanda de usar tácticas al estilo Nazi, después que dos ministros de su gobierno fueron impedidos de realizar mítines políticos en estos países buscando aumentar su apoyo entre los turcos expatriados.
El ciberataque se realizó mientras los holandeses empezaban a votar el miércoles en unas elecciones parlamentarias consideradas como un termómetro del sentimiento contra la inmigración y la clase dirigente.
“Los ciberataques por motivos políticos, en general, prosperan haciendo lo más grande posible un impacto mediático”, dijo el analista de seguridad cibernética de FireEye Jens Monrad.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, ha suspendido los lazos diplomáticos de alto nivel con Holanda y calificó a los ciudadanos de ese país como “remanentes nazis” por impedir a sus ministros el fin de semana dirigirse a la comunidad turca asentada en ese país.
Las cuentas pirateadas contenían tuits con símbolos nazis y la frase “nos vemos el 16 de abril”, en una aparente referencia a la fecha de un referéndum que se celebrará en Turquía sobre la entrega de más poderes a Erdogan.
Entre las cuentas atacadas estaba la del Parlamento Europeo y el perfil personal del político francés Alain Juppé. Otras cuentas pirateadas fueron la del Departamento de Salud de Reino Unido, la de la BBC en América del Norte, la de la revista Forbes y la de Reuters Japón, además de varios organismos sin fines de lucro, entre ellos Amnistía Internacional y Unicef Estados Unidos.