El gobierno colombiano expresó este martes que para lograr la sostenibilidad de la paz, es fundamental reducir al máximo los cultivos ilícitos de hoja de coca, materia prima para la producción de cocaína.
El alto consejero para el Posconflicto en Colombia, Rafael Pardo, dijo en Viena, en el 60 Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas en Viena, que “tanto el gobierno de Colombia como las FARC, entienden que mientras exista esa área de cultivos de coca, la paz no va a ser sostenible”.
Según un comunicado de la presidencial Casa de Nariño, Pardo precisó que “hacer la paz sostenible significa reducir sustancialmente el área cultivada en hoja de coca”.
Indicó que “mientras exista una mata de coca o un arbusto de coca, alguien va a comprar las hojas, alguien va a procesarlas en cocaína y ese alguien es parte de un grupo armado, de un grupo ilegal o de una mafia”.
El funcionario recordó que el Acuerdo de Paz firmado entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en noviembre pasado “tomó el tema de los cultivos de uso ilícito de manera frontal y específica” entre sus seis temas.
Los cultivos de coca han sido como “una gasolina que ha mantenido por años el conflicto”, sostuvo.
Precisó que según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el área de producción de coca en Colombia muestra entre 2014 y 2015 un aumento de casi 40 por ciento, concentrado en cinco departamentos del país donde se reporta 81 por ciento de los cultivos.
Además, según indicó este martes la Oficina Nacional para la Política de Control de Drogas (ONDCP) de Estados Unidos, Colombia registró el año pasado 188 mil hectáreas sembradas con coca, 18% más que en 2015, y la cifra más alta en 16 años.
Pardo explicó que los elementos fundamentales de la política antidrogas de Colombia son la lucha contra la criminalidad y el juzgamiento de las personas vinculadas a las organizaciones de tráfico de drogas, el desarrollo de los territorios agrícolas donde se cultiva hoja de coca, y tratar el consumo con un enfoque de salud pública.
Para 2017, el gobierno plantea reducir los cultivos de coca en 100 mil hectáreas, mediante la sustitución de 50 mil hectáreas mediante la implementación del acuerdo de paz con las FARC en 40 municipios, y con la erradicación por fuerzas de la Policía y el Ejército de otras 50 mil hectáreas.