El Papa Francisco celebró hoy una misa especialmente por Siria, golpeada desde hace años por un sanguinario conflicto interno, y decidió donar 100 mil euros (106 mil dólares) a los pobres de Alepo, la ciudad más afectada de ese país.
La vicedirectora de la Sala de Prensa del Vaticano, Paloma García Ovejero, señaló que el dinero -que incluyó un aporte de la Curia Romana- se enviará desde la Limosnería Apostólica a través de la Custodia de Tierra Santa, un organismo católico que opera en Medio Oriente.
El pasado miércoles, en medio de su retiro espiritual de Cuaresma, el pontífice recibió un correo electrónico en el cual Ibrahim Alsabagh, fraile franciscano y párroco de Alepo, relató el calvario que pasan las poblaciones sirias.
Durante la semana, el Papa y sus principales colaboradores reflexionaron en su retiro sobre algunos pasajes del libro “Un instante antes del alba”, del mismo Alsabagh, que incluye crónicas de guerra y esperanza en Siria.
Este mismo viernes el líder católico concluyó una semana de ejercicios espirituales en la Casa Divin Maestro, ubicada en Ariccia, a las afueras de Roma, y regresó al Vaticano en torno a las 11:30 horas locales (10:30 GMT).
Antes de concluir, quiso saludar especialmente a Giulio Michelini, el sacerdote que se encargó de las meditaciones del retiro, “por el bien que hizo”.
“Ante todo por haberte mostrado como eres, natural, sin ‘cara de estampita’. Natural, sin artificios, con todo el bagaje de tu vida: los estudios, las publicaciones, los amigos, los padres, los jóvenes hermanos que debes custodiar. Gracias por ser normal”, les dijo, en un discurso improvisado.
Desde la tarde de este viernes, el Papa reinició sus actividades normales después de haberlas interrumpido en los últimos días.