Los planes de presupuesto del presidente estadunidense Donald Trump son el pensamiento mágico en su peor expresión, afirmó el diario Los Angeles Times, que consideró que es solo “una lista de buenos deseos que un plan verdadero”.
“El esbozo del presupuesto que el presidente Trump ha presentado debería ser visto mas como una puja inicial por el jugador que está a punto de alejarse del juego”, comparó en influyente rotativo.
Sin embargo, acotó, la propuesta de Trump “es una ventana a sus prioridades, y revela una especie de abandono imprudente de los estadunidenses en edad de trabajar y sus hijos a favor de las fuerzas armadas, los contratistas de defensa y los jubilados”.
“Al igual que Trump, ignora algunos de los valores fundamentales tanto de los republicanos como de los demócratas, lo que debería garantizar que será rápidamente desviado a un lado en el Capitolio”, indicó.
La mayor parte de la propuesta es un aumento de 54 mil millones de dólares en el presupuesto de defensa, que ya consume más de la mitad del dinero de los impuestos federales que no se gasta en pagos de intereses o derechos.
Inexplicablemente, la intención de fortalecer la capacidad del país para combatir el tipo de guerras en el extranjero contra las que Trump se opuso durante la campaña vendría a expensas de los programas de ayuda diplomática y extranjera diseñados para evitar esos conflictos.
Así también como programas nacionales que proteger el medio ambiente, ayudar a los más pobres y más vulnerables estadunidenses, y hacer cumplir las leyes fiscales.
Aunque el esbozo de Trump no puede causar que el déficit federal funcione inmediatamente, parece no pensar en cómo retrasar el crecimiento de la deuda federal a largo plazo, refirió.
El nuevo secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, dijo que el presidente no hará nada para estabilizar los programas de derechos, como Medicare y Medicaid, al menos no ahora. En su lugar, Trump dijo a Fox News el martes, que cuenta con un crecimiento económico más rápido para resolver el problema del déficit.
“Eso es pensamiento mágico. Por muy vital que sea, los derechos, particularmente los que proporcionan asistencia sanitaria a los ancianos y los pobres, están en el corazón del problema de gastos a largo plazo de Washington”, anotó.
Trump no es el primer presidente que evita abordar los problemas fiscales a largo plazo del gobierno; los presidentes Bush y Obama lograron poco en ese frente también, comparó.
“Pero el deseo de Trump de gastar militarmente sin necesidad de recortar los programas vitales de la red de seguridad, sin mencionar el Departamento de Estado, que es crucial para evitar las guerras, indica que no tiene ni idea de cuáles son los intereses de la nación en el corto plazo ni cómo lograrlos”, finalizó.