La comunidad de mujeres transgénero de un municipio del centro de El Salvador huyó hacia México en los últimos días por el asesinato de tres de sus miembros por razones de “odio” a mediados de febrero, informaron hoy seis organizaciones sociales.
Los entes de la comunidad de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) aseguraron en conferencia de prensa que en la localidad de San Luis Talpa, del departamento central de La Paz, “ya no vive ninguna mujer trans, ya que todas migraron para México en estos días”.
Detallaron que entre el 19 y el 21 de febrero pasado se registraron los asesinatos de tres mujeres transgénero en la referida localidad, dos de ellas ultimadas en el mismo hecho.
Una de las víctimas fue secuestrada y asesinada, luego de asistir al funeral de otras dos mujeres transgénero y a la fecha se desconoce la identidad de los autores materiales e intelectuales de los crímenes.
De acuerdo con Karla Avelar, directora de la Asociación Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans (COMCAVIS TRANS), “estos asesinatos comparten (…) los patrones de violencia, odio y persecución, que indican la extrema vulnerabilidad en la que viven las personas LGTBI en El Salvador”.
“Ninguna de nosotras quiere salir de nuestro país natal, pero nos vemos obligadas a huir y buscar asilo en Estados Unidos y otros países para proteger nuestras vidas”, añadió.
Destacó que desde septiembre de 2015, cuando el Congreso aprobó una reforma que pena los crímenes de odio hasta con 60 años de cárcel, se han registrado “más de 40 brutales asesinatos de personas LGTBI”.
Hasta el momento, “ninguna persona ha sido condenada bajo las reformas” por lo que “exigimos que el Estado salvadoreño aplique la ley e investigue minuciosamente estos asesinatos como posibles crímenes de odio”, acotó Avelar.
En la conferencia, representantes del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) condenaron los asesinatos.
Nos preocupa “que estas personas, a causa de la discriminación que sufren, están en riesgo de convertirse en migrantes irregulares vulnerables a la trata y a estructuras criminales a lo largo de la ruta migratoria”, dijo el representante de la OIM para El Salvador, Honduras y Guatemala, Jorge Peraza Breedy.
“Estamos convencidos que la diversidad hace más fuerte a un país” y “hacemos un llamado a la sociedad y al Estado salvadoreño no solo para que se haga justicia, sino que se respete el derecho a la vida de todos, sin importar sexo o género”, añadió.
La directora de ONUSIDA para El Salvador, Celina de Miranda, llamó a “luchar contra la discriminación, que sigue socavando los esfuerzos para lograr un mundo más justo y equitativo, y que causa mucho dolor y sufrimiento”.
Las otras organizaciones que se pronunciaron fueron la Asociación Solidaria para Impulsar el Desarrollo Humano (ASPIDH Arcoiris Trans), la Asociación Salvadoreña de personas Transgénero y Transexuales (ASTRANS), el Colectivo Alejandría, la Generación de Hombres Trans (HT503) y la Alianza Centroamericana de personas LGTBI.
Karla Avelar aseguró en una entrevista con Efe en abril pasado que los cuerpos de seguridad y las pandillas son los “principales asesinos de miembros de la comunidad LGTBI” en el país, donde en 23 años han ocurrido unos 600 “crímenes de odio”.
Según los registros de las organizaciones sociales, entre las tres primeras ciudades de El Salvador, que son San Miguel, Santa Ana y la capital, existen aproximadamente 6.000 miembros de este colectivo.