Las FARC pidieron a la ONU que se fijen nuevas fechas para el inicio de su desarme, previsto para el 1 de marzo, por supuestos incumplimientos del gobierno en el acuerdo firmado en noviembre para terminar 52 años de guerra interna.
“Aparece como una necesidad la recalendarización del proceso de dejación de armas”, dijo el Estado Mayor Central de la guerrilla en una carta dirigida al jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, encargada de supervisar este proceso.
El principal órgano decisorio de la organización insurgente consideró en el texto, divulgado este martes pero fechado el 20 de febrero, que “antes de fijar fechas límites para la Dejación de Armas, debiéramos fijar los plazos para la materialización de aspectos de los acuerdos que ya debieran estar cumplidos”.
En el documento, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) cuestionaron que las 26 zonas donde se agrupan para su desarme y a las que el fin de semana terminaron de llegar sus casi 7 mil combatientes “no están terminadas”.
Según el grupo rebelde, el principal y más antiguo del país, en “la mayoría” de estos lugares no se ha resuelto el tema del agua potable, la energía, la conectividad y el acceso vial.
“¿Si no están terminadas las zonas, dónde se piensa ubicar los contenedores (en los que se guardarán las armas para su posterior destrucción bajo supervisión de la ONU)? Pareciera haber más preocupación en el Gobierno por la ubicación de las armas que por la ubicación de la gente”, indicaron.
El gobierno ha reconocido problemas logísticos en las campamentos, que ha atribuido a la lejanía y dificultad de acceso.