El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski y la líder opositora Keiko Fujimori respondieron el jueves a preguntas de la fiscalía por sus presuntos vínculos con la constructora brasileña Odebrecht, ojo de un escándalo de corrupción que ha remecido Latinoamérica.
Las declaraciones se realizaron poco antes de una protesta en rechazo al indulto del expresidente Alberto Fujimori, padre de Keiko y sentenciado a 25 años de prisión por asesinato, cuya reciente excarcelación es percibida como un “canje político” para evitar la destitución de Kuczynski.
El fiscal anticorrupción Hamilton Castro abandonó sin declarar la casa presidencial tras interrogar por cuatro horas a Kuczynski por el pago de más de 782 mil dólares que Odebrecht realizó a su consultora financiera Westfield Capital mientras el mandatario era primer ministro del gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).
Según la ley, Kuczynski no puede ser acusado hasta que concluya su mandato en 2021 pero sí puede ser convocado como testigo para que aclare los vínculos de su empresa con la gigante brasileña de la construcción, que admitió haber sobornado a funcionarios peruanos para obtener jugosos contratos.
El interrogatorio se iba a realizar hace una semana pero fue suspendido por la sesión en el Parlamento en la que el partido Fuerza Popular de Keiko Fujimori buscó destituir a Kuczynski por los vínculos de la empresa del mandatario y Odebrecht. Al final el presidente se salvó gracias a que una facción minoritaria del partido fujimorista se abstuvo de votar por su destitución. Tres días después Kuczynski indultó al expresidente Fujimori (1990-2000).
El legislador Kenji Fujimori, hijo menor de Alberto Fujimori y quien dirige el ala minoritaria de Fuerza Popular, había anunciado que su mayor objetivo político era lograr la excarcelación de su padre, condenado por el asesinato de 25 peruanos durante sus dos mandatos.
En tanto, Keiko Fujimori respondió por más de cinco horas ante el fiscal Domingo Pérez por supuesto lavado de activos luego de que investigadores brasileños hallaran una anotación en el celular de Marcelo Odebrecht con la frase “aumentar Keiko para 500” escrita antes de los comicios presidenciales de 2011 en los que Fujimori fue derrotada por Ollanta Humala. Marcelo Odebrecht dijo a la fiscalía peruana que su compañía habría dado dinero a Fujimori, sin ofrecer más detalles.
Rodeada por decenas de agentes que la protegían y simpatizantes que la alentaban, la líder de Fuerza Popular abandonó la fiscalía y subió a su automóvil sin declarar a la prensa. Fujimori ha negado que ella o su partido hayan recibido dinero de la empresa brasileña pero no ha asistido a tres citaciones anteriores de la fiscalía.
Luego el fiscal Domingo Pérez dijo a la prensa que se estaban juntando las pruebas de la investigación y que si posteriormente “es necesario” se volverá a citar a Keiko Fujimori “para una ampliación de su declaración”.
La hija del indultado expresidente también perdió las elecciones presidenciales de 2016 ante Kuczynski pero logró acrecentar el poder de su partido tras ganar 71 de las 130 sillas del Parlamento unicameral.
Como en otros países de Latinoamérica el caso Odebrecht ha provocado una profunda crisis en Perú que ha salpicado a todos los presidentes y líderes políticos importantes desde el año 2000.
Sobre el expresidente Toledo pesa una orden de captura internacional, Alan García (2006-2011) está bajo investigación por soborno y Humala (2011-2016) está en prisión provisional por 18 meses.