El perdón otorgado por el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski al ex mandatario Alberto Fujimori representa una horrible “bofetada” para sus víctimas y un gran revés para el estado de derecho, dijo este jueves un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU.
“Un indulto humanitario fue otorgado a alguien condenado por serios crímenes tras un juicio justo, alguien cuya culpa no está en cuestión y no cumple con los requisitos legales para un perdón”, sostuvo en un comunicado.
La liberación de Fujimori ocurrió días después de que Kuczynski lograra eludir una destitución en el Congreso, dominado por la oposición, gracias a los votos de una corriente opositora liderada por el hijo del exmandatario rechazando la moción.
“Estamos horrorizados por esta decisión. Es una bofetada para las víctimas y los testigos, cuyo compromiso incansable le llevó ante la justicia”, señaló el comunicado, publicado de forma conjunta por el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre desapariciones forzadas y por los expertos Agnès Callamard y Pablo de Greiff, relatores especiales de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales y sobre la promoción de la verdad, justicia y reparación.
Fujimori, de 79 años, había cumplido 12 de sus 25 años de condena por corrupción y abusos a los derechos humanos durante su gobierno, entre 1990-2000. La decisión de Kuczynski le perdonó sus condenas y le protege de ser juzgado en futuros procesos judiciales.
Los expertos de la ONU aseguran que su condena por crímenes como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas y secuestro eran considerados como un gran logro en la lucha contra la impunidad, y que la legislación internacional restringe la concesión de indultos en casos tan graves.
En su opinión, el perdón presidencial tuvo una motivación política y minó el trabajo de los jueces peruanos y de la comunidad internacional para obtener justicia. “También es un importante revés para el estado de derecho en Perú”, agregaron.