Varios miembros de la familia real, entre ellos el príncipe Carlos y Camila, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, y el hermano de éste, el príncipe Enrique, asistieron a una misa en la catedral de Saint Paul, en Londres, en compañía de cientos de sobrevivientes y familiares de las víctimas.
“Entre nosotros se encuentran sobrevivientes del incendio ocurrido exactamente hace seis meses”, el 14 de junio, dijo en su homilía el sacerdote David Ison, de la catedral londinense. “Hay también miembros de los equipos de rescate y representantes de la nación, porque es nuestra nación la que llora esta indescriptible tragedia”, añadió.
La primera ministra Theresa May, muy criticada en el momento de los hechos por la respuesta de las autoridades en general, y la suya en particular -eludió a los sobrevivientes en su primera visita al lugar del siniestro-, también acudió.
Descontentos con el rumbo de la investigación oficial, los sobrevivientes han pedido a May que actúe para “restaurar” la confianza en esta investigación sobre el incendio que empezó en la heladera de un vecino y se extendió vorazmente por todo el edificio de viviendas sociales de 24 plantas la noche del 13 al 14 de junio.
Más de 16 mil personas firmaron un manifiesto para que un grupo de ciudadanos participe en esta investigación que dirige un juez jubilado.
“Evidentemente la recibiremos (a la primera ministra), pero tendrá que venir a nuestro encuentro y responder a nuestras preguntas”, dijo Sandra Ruíz, que presentó la petición en Downing Street.
Paralelamente a esta investigación pública, la policía conduce la suya para depurar responsabilidades penales, pero ésta no estará lista hasta otoño (boreal) de 2018.
Si bien May prometió, justo después del drama, que los sobrevivientes serían realojados en viviendas en tres semanas, más de cien familias se disponen a pasar la Navidad en habitaciones de hotel, un extremo que inquieta por los riesgos de depresión y suicidio.
La autoridad local, el concejo de Kensington y Chelsea -uno de los barrios más ricos del mundo-, fue, y sigue siendo, muy criticado por la respuesta, y su máxima responsable no asistirá a la misa por la hostilidad de las familias.