El papa Francisco afirmó este viernes que “la presencia de Dios también se llama rohinyá“, pronunciando así la palabra que no había dicho hasta ahora durante su actual viaje por consejo de la Iglesia birmana, y tras encontrarse con un grupo de esta perseguida minoría musulmana en Bangladesh.
“La presencia de Dios hoy también se llama rohinyá. Que cada uno tenga su respuesta”, dijo Francisco en italiano tras haber mantenido un encuentro con 16 miembros de la minoría que procedían de los campos de refugiados en la provincia de Cox’s Bazar, donde se han asentado al huir por la brutal persecución que sufren en Birmania (Myanmar).
Hasta ahora, Francisco había evitado decir esta palabra, ya que en Myanmar podía haber suscitado las reacciones violentas de algunos extremistas, como le había aconsejado la Iglesia local.
Pero este viernes concluyó, llamándoles con el nombre de su minoría, el encuentro interreligioso en el que Francisco participó en el jardín de la sede del arzobispado con representantes de musulmanes, budistas, hinduistas y otros cristianos.
Tres familias, 16 personas en total, entre ellas dos mujeres que llevaba el nikab, que deja solo descubiertos los ojos, una niña y un bebe, subieron al palco para saludar al papa, quien intercambió con cada uno de ellos algunas palabras.
“Nos sentimos cercanos. Vuestra situación es muy dura. Todos hemos sido creados a imagen de Dios”, dijo el papa a los rohinyás.
Y agregó: “Podemos hacer poco por vosotros pero vuestra tragedia tiene mucho espacio en nuestro corazón. En el nombre de todos los que os han hecho daño, ante la indiferencia del mundo, os pido perdón” y muchos de los rohinyás lloraron tras el encuentro.
“Continuemos ayudándoles. No cierren sus corazones y miren a otro lado”, instó Francisco, quien agregó que “estos hermanos y hermanas llevan la sal de Dios en el mundo. Hagamos ver al mundo como se trata la imagen de Dios”.
El obispo de Chittagon, Moses M. Costa, confirmó a algunos medios durante la misa de la mañana que el papa había mostrado su interés por ir a los campamentos de refugiados en Cox’s Baz, “pero que el Gobierno no lo habría consentido por cuestiones de seguridad, pero sí permitió traer a un grupo de rohinyá para que el papa les pudiera recibir”.