La crisis electoral en Honduras subía de temperatura este jueves con un lento conteo de las elecciones presidenciales que desatan protestas en las calles y tensiones entre los dos candidatos, el mandatario Juan Orlando Hernández y su rival, la estrella de TV Salvador Nasralla.
Los dos aspirantes se proclamaron ganadores de la elección del domingo, con un conteo que favoreció al candidato opositor con cinco puntos de ventaja cuando había más de la mitad de las mesas computadas, pero luego de una pausa de un día y medio de forma repentina y sostenida se inclinó hacia el presidente.
En una lucha con uñas y dientes, Hernández, que busca la reelección con su Partido Nacional de centroderecha, obtenía el jueves 42.5 por ciento de los votos frente al 41.7 de Nasralla, que representa a una amplia coalición que aglutina corrientes conservadoras y de izquierda, con casi el 89 por ciento de las mesas escrutadas, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Partidarios del candidato opositor bloqueaban el jueves por la mañana carreteras en la capital Tegucigalpa, en la oriental ciudad de Catacamas y en la portuaria localidad de La Ceiba en la costa atlántica.
El pueblo de Honduras se levanta contra la corrupción, la dictadura y las mafias. Vence en elecciones un progresista: Salvador Nasralla y ante el intento de fraude, estalla la movilización nacional pic.twitter.com/cZNyxd51E8
— Gustavo Petro (@petrogustavo) 30 de noviembre de 2017
En la capital, jóvenes manifestantes se concentraban cerca del tribunal donde se computaban los votos, que tuvo que ser evacuado la noche del miércoles por enfrentamientos con la policía, que lanzó bombas lacrimógenas. La sede del tribunal estaba resguardada por fuerzas antimotines de la policía
“Vamos a seguir protestando, no vamos a aceptar que le roben el triunfo a Nasralla. Juan Orlando Hernández debe respetar la voluntad popular y entregar el poder”, dijo Josué Valladares, un estudiante de 20 años. Fuerzas antimotines de la policía resguardaban el tribunal.
Hernández, de 49 años, pidió a los hondureños esperar con calma y en paz el escrutinio de los votos y respetar el resultado.
“El presidente ya dijo que se deben contar todas las actas. Que se haga ese proceso y se comprobará que los nacionalistas ganamos las elecciones. No tienen que estar haciendo esos relatos en las calles, bloqueando las calles”, dijo Deisy Molina, una ama de casa de 45 años.
Aunque este miércoles ambos candidatos firmaron documentos ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en los que se comprometían a respetar el resultado una vez contabilizados todos los votos, el acuerdo quedó en el aire luego de que el opositor dijo que le intentaron tender “una trampa”.
Nasralla, de 64 años rechazó el documento horas después de firmarlo, acusando a su rival de intentar robarle la elección.
La autoridad electoral publicó más de la mitad de los resultados de la votación el lunes temprano, pero enfrentó la crítica internacional por el retraso en entregar un nuevo reporte. El tribunal justificó la tardanza con fallas en los sistemas computacionales.
Observadores internacionales dijeron que los retrasos dañaban la credibilidad de las autoridades y amenazaban con afectar la legitimidad del ganador.