Un líder político regional del gubernamental BJP, que había ofrecido una recompensa de 1,5 millones de dólares por la cabeza de un director de cine y de una actriz, dimitió hoy convirtiéndose en la primera víctima de la polémica surgida en la India por la película de Bollywood “Padmavati”.
La gran producción cinematográfica, que todavía no se estrena, es desde hace semanas objeto de controversia en el enésimo caso de choque entre el arte y el hinduismo radical.
El filme cuenta la historia -o leyenda, según quién hable de ella- de una reina de casta rajput del siglo XIII que se suicidó para proteger su honor y el de su familia tras la muerte de su marido, el rey Rana Ratan Singh, a manos del sultán musulmán Allaudin Khilji.
La controversia surgió por una supuesta escena -negada por los autores de la película- en la que el malvado rey mahometano sueña con lograr el amor de la reina que ha indignado a los rajput.
El coordinador jefe de prensa del gubernamental BJP en el estado Haryana, Suraj Pal Amu, prometió hace dos semanas 100 millones de rupias (1,5 millones de dólares) por la cabeza del realizador del film, Sanjay Leela Bhansali, y la intérprete de Padmavati, la muy popular actriz Deepika Padukone.
Foto: Ranveer Singh, actor; Sanjay Leela Bhansali, cineasta, y Deepika Padukone, actriz
Tras el revuelo creado por sus declaraciones, Amu presentó hoy su dimisión asegurando estar “descontento y herido” con la actitud hacia la casta rajput, originaria del Rajastán (noroeste), del jefe de Gobierno de Haryana, Manohar Lal Khattar.
Khattar se negó a prohibir la película antes de que la censura, la polémica Comisión Central de Certificación Cinematográfica (CBFC), decida sobre su prohibición.
En una comparecencia pública, Khattar se desmarcó de las declaraciones de Amu y aseguró que se trataba de la opinión personal del hasta hoy coordinador de prensa.
La polémica se disparó semanas atrás ante la llegada de la fecha del estreno de la película, inicialmente prevista para el 1 de diciembre.
Sin embargo, varios incidentes en cines donde se proyectaron el trailer de la película y el rumor sobre la lectura poco ortodoxa de la leyenda llevaron a varios jefes de gobierno de estados indios a anunciar el veto a la proyección y a los productores de la obra a suspender sin fecha el estreno del film.
Esta semana el Tribunal Supremo indio advirtió a las autoridades estatales que no pueden vetar ninguna película y que deben dejar a la CBFC trabajar y hacer la certificación o no de la obra antes de tomar ninguna decisión.