El crecimiento económico de América Latina y el Caribe de 3.2 % en promedio, entre 2000 y 2014, se enfrenta a una serie de amenazas, como desastres naturales y violencia, que hacen peligrar su avance y el retorno de su población a una situación de pobreza, alertó este miércoles el Banco Mundial en Lima.
El economista Javier E. Báez, y autor del informe “¿Desarrollo Económico Inestable? Choques agregados en América Latina y el Caribe”, remarcó que los países deben trabajar en un frente coordinado para desarrollar resiliencia, antes de que los choques ocurran.
Entre el 2003 y 2012, la extrema pobreza en la región cayó a 12.3 % y la pobreza moderada se redujo a 25.3 %, como consecuencia del alza de los “commodities”, o materias primas, que estimuló el crecimiento de la región.
Sin embargo, la desaceleración de la economía china, acompañada de un menor crecimiento global, ha hecho descender los precios de los “commodities”, según el estudio.
No obstante, las amenazas ambientales como sequías, inundaciones, deslizamiento de tierras, huracanes, terremotos y erupciones volcánicas son un peligro constante en la región.
En el Caribe, al menos un país sufre los estragos de un huracán o de un ciclón cada año y los países del Cinturón de Fuego del Pacífico, entre ellos Chile, Perú y México, concentran el 90% de la actividad sísmica mundial.
Báez dijo que el número de desastres ha crecido más de tres veces a nivel regional y la intensidad se ha elevado, lo cual continuará en esa tendencia.
Otros choques amenazantes son la violencia y los conflictos porque la región es responsable de un tercio de los homicidios a nivel global y ha registrado 22 conflictos de una duración de siete años en promedio, después de la Segunda Guerra Mundial.
En opinión del experto, la intervención pública es necesaria porque los choques agudizan la inequidad en la región, dado que los pobres están más expuestos, y se debe invertir en manejo de riesgos porque representa una preparación a largo plazo.