Corea del Norte parece haber reemplazado a sus guardias fronterizos tras la deserción al Sur a través de la militarizada Zona de Seguridad Conjunta (JSA) de un soldado que sobrevivió a los disparos de sus compañeros, según una fuente de la Inteligencia surcoreana.
“Se han detectado señales que indican que Corea del Norte reemplazó a todos los oficiales de seguridad fronterizos después de la deserción” que tuvo lugar el pasado 13 de noviembre, indicó una fuente del Servicio Nacional de Inteligencia a la agencia Yonhap.
“Ante esta situación, los comandantes y oficiales de alto rango responsables de las correspondientes unidades militares, a cargo de la seguridad fronteriza, podrían haber sido castigados”, añadió.
El cambio de personal respondería al fracaso de los dispositivos existentes para evitar la deserción del militar, al igual que el aparente cierre del llamado “Puente de las 72 horas”, que el soldado atravesó conduciendo un todoterreno.
Según el vídeo de cámaras de vigilancia que publicó ayer el Comando de Naciones Unidas (UNC), que controla la franja sur de la zona desmilitarizada que divide ambos países, el desertor trató de cruzar a Corea del Sur a bordo del vehículo.
Sin embargo, este se quedó atorado a pocos metros de la línea de demarcación militar que divide en dos la JSA y el hombre tuvo que cruzar la línea corriendo mientras cuatro soldados norcoreanos le disparaban a bocajarro.
Uno de estos soldados norcoreanos cruzó la línea durante unos escasos segundos, lo que unido a los disparos, que fueron efectuados en dirección al Sur, constituye una vulneración del alto el fuego que puso fin a la Guerra de Corea (1953-1950).
Las dos Coreas se mantienen técnicamente en guerra ya que el alto el fuego que hace 64 años puso fin al conflicto que las enfrentó no ha sido reemplazado por un tratado de paz.