El gobierno venezolano intervino la cadena mayorista Makro, una de las más grandes del mundo y que cuenta con 37 tiendas en el país, por supuestamente condicionar la venta de productos de primera necesidad, generalmente escasos en la nación petrolera.
“En este momento nosotros tenemos una intervención en la red de distribución Makro, esa empresa le condiciona la venta (a los usuarios)”, dijo este martes al canal estatal VTV el Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde) de Venezuela, William Contreras.
Explicó que la medida se tomó para atender “un reclamo general de la sociedad” que, aseguró, ha denunciado en varias ocasiones restricciones para acceder a los alimentos en estos establecimientos, que venden principalmente al por mayor y a pequeños distribuidores.
Contreras dijo que en la empresa estaban exigiendo a los clientes “compras mínimas” de hasta 5 millones de bolívares (unos mil 500 dólares según la tasa oficial de cambio más alta) para poder acceder a las pacas de harina de maíz precocido, uno de los productos más escasos y de mayor demanda en el país.
Señaló que prácticas similares se registraron en varias sucursales con ítems como las pastas y el arroz.
“Esperemos que no sea una política de esta empresa, creo que es un boicot”, aseveró el funcionario tras indicar que la Sundde solicitó al Ministerio Público investigar a esta empresa para determinar responsabilidades.
La escasez de comida y medicinas se ha agravado en los últimos meses en el país caribeño cuando su economía entró en una espiral hiperinflacionaria, y mientras el gobierno de Nicolás Maduro busca reestructurar la deuda externa, aunque ya varias entidades financieras la han declarado en suspensión de pagos.