El destituido presidente catalán, el independentista Carles Puigdemont, afirmó en una entrevista publicada este lunes por el diario belga Le Soir que para él “sigue siendo posible” un encaje de Cataluña dentro de España.
“Estoy dispuesto y siempre he estado dispuesto a aceptar la realidad de otra relación con España”, declaró al diario, precisando que existen soluciones políticas que no sean la independencia de la región.
“¡Sigue siendo posible! Yo que he sido independentista toda mi vida, he estado trabajando treinta años para lograr otro encaje de Cataluña dentro de España”, dijo.
“Sigo estando a favor de un acuerdo”, insistió Puigdemont, que acusa al Partido Popular de Mariano Rajoy de haber dado alas al secesionismo, al impugnar la reforma del estatuto de autonomía de Cataluña aprobado por los parlamentos catalán y español en 2006. Dicho estatuto fue parcialmente anulado por el Tribunal Constitucional cuatro años más tarde.
Carles Puigdemont se marchó a Bruselas tras la declaración unilateral de independencia votada en el Parlamento catalán el 27 de octubre, a la que siguió, horas más tarde, el cese de todo su gobierno y la puesta bajo tutela de la región.
El gobierno de Rajoy disolvió igualmente la cámara catalana, de mayoría independentista, y convocó elecciones regionales para el 21 de diciembre, a las que el líder independentista quiere presentarse pese a ser objeto de una orden de arresto de la justicia española por “rebelión”.
Puigdemont puntualiza no obstante que quiere ser el candidato de una lista unitaria de los partidos independentistas, lo que de momento no se perfila.
Su formación, el conservador Partido Democráta Catalán (PdeCAT), va mal en los sondeos, lejos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con la que concurrió en una lista única en las regionales de 2015. Este partido quiere ahora presentarse en solitario.
“No veo la posibilidad de ser un candidato partidista. No quiero ser el candidato de un partido político”, declaró Puigdemont, apuntando como alternativa el concurrir dentro de una plataforma de electores sin etiqueta apoyada por los diferentes partidos.
“Nos hemos visto obligados a adaptar nuestro plan de trabajo para evitar la violencia”, y “si esa actitud tiene como precio ralentizar el despliegue de la República, hay que considerar que es un precio razonable en la Europa del siglo XXI”, explicó.