El Vaticano reconoció este viernes el aporte clave de México en el impulso al tratado de Naciones Unidas (ONU) contra las armas nucleares e invitó el embajador mexicano, Jorge Lomónaco, a una conferencia de alto nivel sobre desarme.
Designado hace 15 días como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Lomónaco tomó la palabra durante el simposio “Perspectivas para un mundo libre de armas nucleares y por un desarme integral”.
El encuentro, iniciado este viernes en el Aula Nueva del Sínodo, convocó a especialistas en la materia y a 11 premios Nobel de la Paz.
Todos ellos fueron recibidos por el Papa Francisco, en una audiencia en la que el pontífice agradeció el convenio de la ONU, en el cual México tuvo un aporte sustancial.
Por ese trabajo, el diplomático mexicano y un embajador austriaco fueron los únicos representantes gubernamentales invitados a disertar en un panel dedicado a las negociaciones llevadas a cabo para lograr el tratado contras las armas nucleares, aprobado por la Asamblea General de la ONU en julio pasado.
En su discurso, Lomónaco defendió las bondades del acuerdo, pese a las críticas que recibió, sobre todo porque los países que poseen arsenales atómicos no quisieron suscribirlo: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y China.
Reconoció que las críticas son aceptables porque el documento nunca tuvo la intención de destruir las armas, sino ser una contribución, un primer paso “significativo” para lograr un mundo sin armas de destrucción masiva.
“La paz y el desarme nuclear son como un rompecabezas, cuando completemos este rompecabezas vamos a disfrutar de un mundo sin armas”, insistió durante su discurso, pronunciado en inglés.
“Este tratado es una pieza, el tratado que prohíbe la proliferación de armas es otra pieza, hay que seguir juntando piezas. Muchas piezas muy importantes faltan, como un sistema de eliminación de las armas, otros de verificación, etc”, añadió.
Precisó que todos los especialistas coinciden en que es esencial la prohibición de las armas nucleares, pero no existe coincidencia sobre cuándo: “algunos creen que eso se debe dar ahora y otros que más adelante”.
“Propongo que insistamos y encontremos un terreno común. Las conversaciones de los últimos años se concentraron en este tratado, a favor o en contra, y creo que la tentación de concentrar la discusión en este tratado, por más que sea halagador, no es lo correcto, debemos seguir adelante”, estableció el diplomático.
“Hablemos del próximo tratado en vez de seguir quejándonos del anterior. En los próximos años podemos concentrarnos en esto o, como propongo yo, en buscar una agenda común”, puntualizó Lomónaco.