El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió este viernes que un nuevo conflicto en Líbano tendría “consecuencias devastadoras” y dijo que estaba comprometido en “intensos” contactos con todas las partes para buscar una disminución de la pugna.
El primer ministro libanés, Saad Hariri, renunció el sábado a través de un inesperado anuncio emitido desde Riad mientras se intensificaba la lucha de poder entre Arabia Saudita e Irán, que respalda a la organización chiita Hezbolá en Líbano.
“Es esencial que no surja ningún nuevo conflicto en la región”, dijo Guterres a reporteros. “Tendría consecuencias devastadoras”.
“Es un asunto que nos produce gran preocupación. Lo que queremos es que la paz sea preservada en Líbano”, agregó.
También aseguró que está manteniendo “contactos muy intensos” con Arabia Saudita, Líbano y otros países de la región, así como con gobierno con influencia en Medio Oriente.
El jefe de la ONU habló con el canciller saudita Adel al-Jubeir el miércoles.
El líder de Hezbolá en Líbano dijo, de su lado, que Hariri estaba “detenido” en Arabia Saudita y no se le permitía retornar.