Miles de españoles salieron a las calles y plazas de las principales ciudades del país para pedir diálogo entre los gobiernos de España y de la comunidad autónoma de Cataluña.
Con diversas pancartas y gritos, los manifestantes pidieron una salida negociada al conflicto, que tuvo su episodio más duro el domingo pasado, cuando imágenes de policías golpeando civiles dieron la vuelta al mundo.
Vestidos en su mayoría de blanco, los asistentes a las manifestaciones hicieron eco al llamado del movimiento ciudadano Parlem (hablemos), que durante la semana condenó la violencia y las decisiones unilaterales.
Las concentraciones en Madrid, capital española, y Barcelona, capital catalana, fueron las más numerosas, y hasta esta medianoche no se reportaban incidentes violentos pese a la tensión que se ha vivido en los últimos días.
El gobierno de Cataluña realizó un referéndum el pasado domingo y, según sus resultados, ganó el sí a la independencia. Sin embargo, la justicia española, la corona y el gobierno de Mariano Rajoy declararon ilegal dicha consulta.
El presidente catalán, Carles Puigdemont, y el Parlamento de dicha comunidad autónoma pretenden declarar la independencia el martes próximo, pero el gobierno español ha adverido que no lo permitirá.