Un tribunal turco impuso este miércoles numerosas cadenas perpetuas a 34 de los 47 acusados de planificar el asesinato del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la noche del fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
La corte de la ciudad de Mugla, en el oeste de Turquía, condenó a los 34 militares a cuatro cadenas perpetuas agravadas cada uno, por haber planificado o realizado el asalto al hotel en Marmaris en el que Erdogan estaba pasando unos días de vacaciones.
Se trata del único caso relacionado con la intentona golpista en el que el presidente se ha personado como acusación.
Más tarde, Erdogan aseguró a la prensa que había conseguido escapar “quince minutos antes” de que llegara el comando golpista.
En total, durante esa noche murieron 248 personas y otras 2 mil 200 resultaron heridas en todo el país.
Ankara ha acusado al predicador exiliado Fethullah Gülen, antiguo aliado de Erdogan, de haber instigado el golpe mediante la red de sus simpatizantes infiltrados en el Ejército.
Tras la asonada, unos 150 mil trabajadores fueron expulsados por decreto de los servicios públicos, más de 100 mil fueron investigados judicialmente y 50 mil, entre ellos 6 mil 300 militares, continúan en prisión preventiva, todos bajo la acusación genérica de ser simpatizantes de Gülen.