El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el jueves la apertura de algunos documentos secretos sobre el asesinato de John F. Kennedy en 1963, pero decidió que otros se mantengan sellados para nuevas revisiones tras pedidos del FBI y la CIA, dijeron funcionarios de alto rango de la Casa Blanca.
La decisión de Trump hará realidad la publicación de 2 mil 800 documentos secretos por parte del Archivo Nacional de Estados Unidos. El mandatario ordenó una revisión de 180 días para que las agencias gubernamentales puedan volver a analizar los documentos restantes y justificar por qué deberían mantenerse en secreto, destacaron los funcionarios.
Las fuentes, que hablaron con la prensa bajo condición de anonimato, dijeron que Trump no estaba de acuerdo con los pedidos para mantener en secreto miles de documentos, pero que sintió que no podía negarse.
“El presidente quiere asegurar la mayor transparencia y espera que las agencias hagan un mejor trabajo para reducir cualquier conflicto y poder dar a conocer la información lo antes posible”, dijo uno de los funcionarios.
El magnicidio del 22 de noviembre de 1963 puso fin a los mil días de la presidencia de Kennedy, quien tenía 46 años cuando murió y sigue siendo uno de los mandatarios estadounidenses más admirados.
Miles de libros, artículos, programas de televisión, películas y documentales se han producido sobre el caso y sondeos muestran que la mayoría de los estadounidenses aún descree de la evidencia oficial que apunta a Lee Harvey Oswald como el asesino.
Pese a serias dudas sobre la pesquisa oficial y teorías que apuntan a la participación del crimen organizado, de Cuba o incluso de una camarrilla de agentes de seguridad de Estados Unidos, las teorías conspirativas aún no han dado pruebas concretas de que Oswald actuó en complicidad con alguien.
El diario Washington Post dijo el sábado que expertos en el asesinato de Kennedy no creen que el último lote de archivos contenga nada descomunal, pero sí que arrojarían luz sobre las actividades de Oswald durante un viaje a Ciudad de México a fin de septiembre de 1963, y lazos con espías cubanos y soviéticos.