El gobierno de Siria fue el responsable de lanzar el ataque químico en abril pasado en la ciudad Khan Sheikhoun que causó la muerte de 90 personas, de acuerdo con un informe entregado este jueves al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Elaborado por el Mecanismo Conjunto de Investigación (JIM), conformado tanto por la ONU como por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), el informe confirmó además que el gobierno de Siria empleó gas sarín en el ataque.
Presentado por el momento solo a los miembros del Consejo de Seguridad, el contenido del informe fue confirmado tanto por el gobierno de Estados Unidos como por Reino Unido y por el organismo de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Con este documento, suman cuatro los ataques químicos que investigadores de la ONU han atribuido al gobierno sirio, lo que constituye una violación del derecho internacional humanitario. El gobierno de Siria ha negado estas conclusiones.
El documento destacó además que el grupo terrorista del Estado Islámico fue responsable del ataque de septiembre de 2016 contra la ciudad de Umm Hawsh, en que se empleó gas de sulfuro de mostaza.
El informe fue presentado luego de que Rusia vetó esta semana la extensión del mandato del JIM para continuar con sus investigaciones a fin de deslindar responsabilidades respecto de ataques químicos adicionales en Siria, que supuestamente había aceptado destruir su arsenal químico en 2013.
Rusia había cuestionado los métodos de recolección de información de los investigadores del JIM, que no visitaron el lugar del ataque en Khan Sheikhoun.
En un comunicado, Louis Charbonneau, director de HRW para la ONU, expresó que la pregunta ahora es si el Consejo de Seguridad de la ONU y los miembros de la OPAQ, incluido Rusia, actuarán en consecuencia con las conclusiones del informe y responsabilizarán a las autoridades sirias.