Mujeres portuguesas convocan a protesta por sentencia que justifica violencia

Según el periódico portugués "Diário de Notícias", existen al menos cuatro fallos similares del mismo juez, quien en 2016 anuló una pena de prisión de dos años y cuatro meses por violencia doméstica tras cuestionar la "fiabilidad" del testimonio de la agredida.

Escrito en MUNDO el

La organización feminista Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta (UMAR) convocó para este viernes una concentración en Lisboa, en rechazo a la polémica sentencia que justificó el maltrato físico a una mujer por cometer adulterio

UMAR, que considera que la decisión judicial “atenta contra los derechos, libertades y garantías de la víctima y, particularmente, contra la dignidad humana”, llamó a manifestarse en la tarde del viernes en el centro de la capital portuguesa, acto al que esperan una nutrida asistencia.

“Cuanta más expresión pública haya por esta situación, mejor”, declaró la portavoz de UMAR, Elisabete Brasil. 

La sentencia judicial que indigna desde este lunes a buena parte de la sociedad portuguesa fue dictada el 11 de octubre y deja en suspenso penas de prisión para el ex marido y el examante de la víctima, secuestrada y agredida con una maza con clavos, por haber cometido adulterio. 

“El adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre. Existen sociedades en las que la mujer adúltera es lapidada hasta la muerte. En la Biblia, podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte”, argumenta el juez, que ya ha emitido otros controvertidos dictámenes. 

En aquella ocasión, el magistrado explicó que una mujer que comete adulterio, como era el caso de la víctima, es “falsa, hipócrita, deshonesta, desleal, fútil e inmoral” y consideró, por tanto, que su relato no resultaba sólido. 

También en un dictamen el año pasado revocó una orden de alejamiento con el argumento de que “los insultos serían recíprocos y la denunciante, incluso, ha manifestado desear la muerte del acusado”. 

El rotativo se refiere asimismo a una sentencia de 2013 en la que se concluye que el puñetazo y el mordisco recibidos por una denunciante a manos de su entonces compañero sentimental no tenían “suficiente gravedad”, por lo que consideró el caso una ofensa a la integridad física y no un delito de violencia doméstica. 

Argumentos como éstos han llevado a UMAR a preparar una queja ante el Consejo Superior de la Magistratura de Portugal, iniciativa que apoyan la Asociación de Mujeres contra la Violencia y la Plataforma Portuguesa por el Derecho de las Mujeres, entre otras organizaciones.

“Nuestra visión es que hemos asistido a una violación del principio de legalidad”, afirmó Brasil.