El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, advirtió este martes al ejército de posibles nuevas amenazas del Estado Islámico (EI) en el país, un día después de derrotar a los yihadistas afines a esta organización en Marawi, en la sureña isla de Mindanao.
En un acto de la Fuerza Aérea en la base de Clark, unos 100 kilómetros al norte de Manila, Duterte exigió a los militares que “sigan desempeñando bien sus funciones, debido especialmente a que la ley marcial sigue vigente en Mindanao y persiste la amenaza del terrorismo”.
El mandatario aprovechó su intervención televisada en directo para reconocer “el valor y los sacrificios de los soldados de la Fuerza Aérea de Filipinas que murieron o resultaron heridos en combate” durante los cinco meses de guerra en Marawi.
“Filipinas y el pueblo están en deuda con ustedes por los sacrificios que han llevado a cabo cada día”, dijo Duterte, que se limitó a leer su discurso sin añadir observaciones personales.
La Fuerza Aérea ha sido clave para derrotar a los yihadistas locales y extranjeros que comandados por el grupo Maute se alzaron en armas en Marawi el 23 de mayo pasado.
En la otra cara de la moneda, los ataques aéreos mataron por error en dos ocasiones a diez soldados, incidentes que Duterte omitió en su discurso de este martes.
Los combates en Marawi concluyeron ayer después de cinco meses de enfrentamientos que han dejado 920 insurgentes, 165 soldados y 47 civiles muertos, además de cientos de miles de desplazados.
Duterte declaró la ley marcial en la región de Mindanao, donde viven unos 20 millones de personas, el mismo día en que comenzó el conflicto y recientemente sugirió que podría mantenerla en vigor tras la victoria.