Talibanes afganos arremetieron este jueves en una base militar en el sur del país y mataron al menos a 43 soldados, según informó el Ministerio de Defensa, mientras que los militantes dijeron que su ataque había dejado 60 muertos.
El comunicado del ministerio señaló que de los 60 soldados que trabajaban en la base en la provincia de Kandahar, 43 murieron, nueve resultaron heridos y seis estaban desaparecidos tras el ataque en medio de la noche.
Al menos 10 talibanes también murieron en el enfrentamiento, que ocurrió en Maiwand, un distrito que linda con la volátil provincia de Helmand. La base quedó en ruinas, dijeron funcionarios.
El ataque resalta el temor sobre la capacidad de las fuerzas afganas para lidiar con la insurgencia que no cede y que no han logrado contener desde que la mayoría de las tropas extranjeras se retiraron del país a fin del 2014. Los talibanes llevan una década y media de intentos por derrotar al gobierno de Kabul y restablecer un régimen fundamentalista islámico.
El presidente estadunidense, Donald Trump, prometió una misión militar de largo plazo en Afganistán en agosto, pese a las críticas de que el país no está cerca de lograr la paz a pesar de los miles de millones de dólares que recibió en ayuda y los casi 16 años de operaciones de Washington y sus aliados.
El portavoz de los talibanes Qari Yousuf Ahmadi dijo que el ataque comenzó con un coche bomba, seguido de un asalto a la base, y agregó que los militantes mataron al menos a 60 soldados afganos.