China ha entrado en una “nueva era” de prosperidad y no deberá haber tolerancia para cualquier acción que pueda obstaculizar el desarrollo futuro del país, señaló el presidente Xi Jinping, quien destacó que la lucha contra la corrupción ha alcanzado un impulso “abrumador”.
Xi inauguró este miércoles los trabajos del XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), y en su discurso de más de tres horas instó a todos los miembros del partido a trabajar juntos y con más coherencia, pues el país se encuentra en un “período importante de oportunidad estratégica para el desarrollo”.
En la cita de una semana en Beijing, se reorganizará el liderazgo político, habrá pistas sobre la futura orientación política de la segunda economía más grande del mundo, y se podrá medir la fuerza del mandatario, que entrará en su segundo periodo de gobierno.
El socialismo con características chinas debe ser una “guía de acción” para todo el país, subrayó Xi.
“Hoy, estamos más cerca, más confiados y más capaces que nunca de convertir el objetivo del rejuvenecimiento nacional en una realidad”, afirmó el también secretario general del partido.
Aseguró que los principales logros del PCCh en los últimos cinco años, van desde el desarrollo económico y la reforma militar hasta la lucha contra la corrupción y la gestión del problema de Taiwán
Para mejorar la vida de los chinos, Xi expresó su firme determinación de “oponerse resueltamente” a todas las actividades que intenten socavar su liderazgo o la soberanía del país, incluidos los movimientos de independencia en Taiwán y Hong Kong.
Se espera que la nueva composición del comité permanente se conozca un día después de que termine este congreso el martes próximo, en el cual casi dos mil 300 delegados, elegidos por los 89 millones de miembros del partido, respaldarán al nuevo Comité Central integrado por 205 miembros.