Estados unidos, 27 de enero de 2017. Se restringe la entrada de ciudadanos procedentes de siete países de medio oriente, en su mayoría musulmanes, luego de que el presidente, Donald Trump, firmara una orden ejecutiva para combatir el terrorismo Islámico.
La medida que estará vigente 90 días y después será evaluada, ha provocado manifestaciones en aeropuertos de Estados Unidos, así como la prohibición por parte de aerolíneas de abordar vuelos a nativos de Libia, Irán, Irak, Siria, Somalia, Sudán y Yemen, sin embargo, Trump se deslindó de los hechos y responsabilizó a la empresa Delta.
Este no es el primer caso en el que habitantes de Medio Oriente y musulmanes son vetados de alguna nación, en septiembre de 2015, el gobierno de Australia anunció un conjunto de medidas para frenar el flujo de personas provenientes de Asia Occidental, debido a una crisis migratoria generada por la persecución política que sufrían, disposiciones que siguen vigentes hasta el día de hoy.
En el 2013, Japón prohibió de manera definitiva la propagación del Islam y señaló que los ciudadanos que adoptaran dicha religión, así como quienes promovieran activamente sus creencias, serían acusados y juzgados de proselitismo.
En 2011, el gobierno de Dinamarca fue señalado y criticado por promover la Xenofobia y la Islamofobia, debido a la implementación de políticas de inmigración restrictivas para musulmanes, las cuales han disminuido conforme ha pasado el tiempo.
En el 2005, en Xinjiang, China, se creó una campaña de represión religiosa en contra de éstos, la cual duró nueve años consecutivos y decretaba que quienes profesaran las ideologías del Islam, serían exiliados.
Para 1995, autoridades de Bosnia – Herzegovina acordaron realizar una limpieza étnica en la nación como parte de una guerra territorial derivada de diferencias políticas, durante la cual se asesinaron aproximadamente 8 mil musulmanes.
Redacción: Deborah Suárez
Producción: Carlos Valdez
Voz: Katia Islas