El presidente republicano de la Cámara de representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, fue reelecto este martes sin sorpresas, lo que confirma su lugar de hombre fuerte del Congreso e interlocutor privilegiado de Donald Trump.
Los miembros de la cámara baja del Congreso, que hoy inauguraron la actividad parlamentaria, le dieron 239 votos en favor, contra los 189 para la demócrata Nancy Pelosi. Su elección fue casi unánime entre el grupo republicano.
Ultraliberal de 46 años, Paul Ryan hizo la mayor parte de su carrera en el Congreso. Fue candidato a la vicepresidencia en 2012 y en octubre de 2015 se convirtió en “portavoz” de una rebelión del ala ultraconservadora del grupo mayoritario.
Junto con el jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, al otro lado del imponente Capitolio de Washington, Ryan tendrá la responsabilidad de aplicar el enorme programa legislativo de los conservadores que hasta ahora chocaba con el presidente demócrata Barack Obama.
Sus relaciones con Donald Trump tuvieron altos y bajos. Durante la campaña electoral, se distanció del candidato Trump por el lenguaje que usaba y por las propuestas que hacía, incluso tildando algunas de “racistas”.
Pero todo cambió tras la victoria de Trump: los dos hombres limpiaron sus diferencias y prometieron una colaboración fructífera, en particular sobre la anulación de la reforma de salud de Barack Obama, y una reducción y simplificación de los impuestos.
El nuevo Congreso, elegido en noviembre pasado al mismo tiempo que el sucesor de Obama, entra en funciones el 3 de enero, según la Constitución, mientras que Donald Trump prestará juramente el 20 de enero.
Los republicanos disponen de una mayoría importante en la Cámara (241 bancas contra 194 para los demócratas) y en el Senado (52 republicanos contra 48 demócratas).