Un hombre de Massachusetts fue acusado de atacar a una empleada musulmana de una aerolínea en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York.
El hombre supuestamente pateó e insultó a gritos a la mujer, afirmando que el presidente Donald Trump “se librará de todos ustedes”, indicaron las autoridades.
Robin Rhodes, de Worchester, había llegado de Aruba y esperaba un vuelo de conexión a Massachusetts el miércoles cuando se acercó a la empleada de Delta, Rabeeya Khan, quien lleva hiyab, cuando ella estaba sentada en su oficina, indicó la fiscalía del distrito de Queens.
Rhodes llegó hasta la puerta y se lanzó a una diatriba salpicada de insultos, preguntando a la mujer si estaba rezando, dijo el fiscal de distrito de Queens Richard A. Brown. Después supuestamente dio un puñetazo a la puerta, que chocó con el respaldo de la silla de Khan. La trabajadora preguntó a Rhodes qué le había hecho ella y Rhodes replicó “no has hecho nada”. Después la insultó y le dio una patada en la pierna, dijo Brown.
Cuando otra persona intentó tranquilizar a Rhodes, dijo Brown, el hombre se alejó de la puerta y Khan salió corriendo de la oficina.
Rhodes la siguió, se arrodilló y empezó a inclinarse imitando a un musulmán rezando, mientras gritaba groserías y afirmaba “ahora Trump está aquí. Se librará de todos ustedes. Pueden preguntar a Alemania, Bélgica y Francia sobre esa clase de gente. Verán lo que ocurre”, dijo Brown.
En el momento de su detención, Rhodes dijo supuestamente a la policía “supongo que voy a la cárcel por alteración del orden. No sabía si era un hombre o una mujer porque me daba la espalda y tenía algo que le cubría la cabeza”.
Rhodes fue acusado de agresión, detención ilegal, amenazas y acoso como crímenes de odio. En un primer momento no estaba claro si tenía un abogado que pudiera hacer comentarios.
“La intolerancia y el odio que se imputan al acusado de palabra y de obra no tienen lugar en una sociedad civilizada, especialmente en el condado de Queens, el condado con mayor diversidad racial del país”, afirmó Brown. “Aquí nunca se tolerarán los crímenes de odio, y cuando lamentablemente ocurran, los responsables serán llevados ante la justicia”.