La administración del presidente Donald Trump ordenó hoy la remoción de más de una docena de funcionarios del Servicio Exterior de Carrera, dejando vacante varios cargos claves en el Departamento de Estado.
Entre los funcionarios removidos están Patrick Kennedy, quien sirvió nueve años como subsecretario de Administración; las subsecretarias auxiliares de Administración y Asuntos Consulares, Joyce Anne Barr y Michele Bond, en forma respectiva, así como al embajador Gentry Smith, director de la Oficina de Misiones Extranjeras.
La cadena de televisión CNN informó que todos ellos recibieron cartas de la Casa Blanca, en las que se les señalaban que sus servicios ya no eran necesarios.
Aunque los diplomáticos no fueron despedidos técnicamente, el gobierno de Trump optó por remover a varios altos funcionarios a cargo de las 13 divisiones del Departamento de Estado responsables de política, seguridad y otros asuntos.
Esos puestos de trabajo pueden ser ocupados por funcionarios del Servicio Exterior o por expertos externos. En administraciones pasadas, muchos han permanecido en sus puestos cuando la Casa Blanca cambia de administración.
Por lo general, la Casa Blanca pide a los funcionarios de carrera en esas posiciones el permanecer unos meses más, hasta que sus sucesores son confirmados.
El vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, señaló en un comunicado que “estos cargos son nombramientos políticos y requieren que el presidente los nombre y que el Senado los confirme en esas funciones, no son nombramientos de carrera, pero si de plazo limitado”.
Toner dijo que algunos funcionarios continuarán en el servicio exterior en otras posiciones, y otros se retirarán por elección o porque han excedido los límites de tiempo de su grado en servicio.