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En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Lila Abed, directora del programa México en el Diálogo en Estados Unidos, ofreció un análisis sobre la reciente del secretario de Estado, Marco Rubio a México, destacando los logros y los desafíos en la relación México-EU en materia de seguridad e inmigración.
Abed señaló que, aunque no se firmó un acuerdo global de seguridad, sí hubo avances en el diálogo entre ambos países. “Si bien es cierto que hay algunos triunfos dentro de este compromiso de seguir cooperando en materia de seguridad entre Estados Unidos y México, se incluyó el lenguaje que es muy importante para la presidenta Sheinbaum: respeto a la soberanía, que no va a haber un ataque militar en territorio mexicano”, explicó la analista.
En ese sentido aclaró que esta visita no representó la firma de un acuerdo definitivo pues aún está pendiente la renegociación del T-MEC. “Aquí en Washington no se esperaba, no se hablaba de que iba a haber un acuerdo de seguridad… No se espera que se firme ningún tipo de acuerdo global antes de la revisión del T-MEC, prevista hasta julio de 2026.”
Beneficios indirectos para México
Sobre los beneficios de la visita, Abed destacó la importancia de mantener canales de comunicación abiertos. “México gana mucho. El simple hecho de seguir en comunicación y reforzar las estrategias con agencias de seguridad estadounidenses es un triunfo, especialmente después de un deterioro profundo durante el sexenio anterior. Sí delinearon varios puntos importantes como tráfico ilícito de armas, inmigración y huachicol.”
No obstante, advirtió que si bien la comunicación de Rubio con la presidenta Claudia Sheinbaum fue importante, el secretario de Estado estadounidense no tiene la última palabra en decisiones militares.
“El secretario de Estado no decide si un ataque militar se realiza, eso lo decide el presidente de Estados Unidos y el secretario de la defensa. Rubio puede comunicar acuerdos, pero no son definitivos.”
Reacciones en Estados Unidos
Abed comentó que la visita fue bien recibida en círculos de Washington: “Aquí las personas trabajando sobre asuntos relacionados con México, en el Congreso y el Departamento de Estado, están contentas de que se logren estos entendimientos, aunque no son obligatorios, porque sientan las bases de una cooperación futura.”
No obstante, advirtió sobre un sector de la derecha estadounidense que presiona por acciones más agresivas: “No descarto que esa ala extrema busque la entrega de políticos con vínculos al crimen organizado en Estados Unidos. Es una petición que viene de allá y representa un reto para la relación México-EU.”
Por último, Lila Abed destacó la importancia de que México mantenga un diálogo abierto con Estados Unidos y continúe trabajando en conjunto por un futuro más seguro y prometedor.
“Esto establece las bases de una amistad y colaboración importante hacia adelante, aunque los acuerdos no son firmes y pueden cambiar según decisiones políticas futuras”, concluyó.
