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“Murió en combate en Ucrania. Me duele, pero no puedo decirlo porque tengo una niña pequeña que sigue mi ejemplo; no tengo de otra que hablarle con la verdad, le tengo que decir que lastimosamente se fue, le digo: ‘papá está en el cielo, pero te está cuidando’ y le cambio de tema rápido porque no sé qué decir realmente”.
Son las palabras de Shecid, de 13 años, quien relata lo difícil que resulta hablar con su hermana Ariadne Emirak, de 5 años, sobre la muerte de su padre: Mario Lover Martínez, el expolicía federal que perdió la vida el pasado 9 de junio de este año, durante un bombardeo masivo con drones que lanzó el gobierno de Rusia sobre varias ciudades de Ucrania.
Obligado por la estigmatización que, dijo, ocasionó su rechazo a enrolarse en la Guardia Nacional tras la desaparición de la Policía Federal, Lover Martínez tomó la decisión de enlistarse en la Legión Internacional de Ucrania para combatir en la guerra contra los rusos.
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El 19 de marzo de este año, el Comando Territorial de Reclutamiento distrito de Shevchenko del Ministerio de Defensa, le entregó a Mario una invitación por escrito para el proceso de selección y servicio militar, para lo cual se debe firmar un contrato con las fuerzas armadas ucranianas por un periodo de tres años, con un pago mensual de 22 mil 500 grivnas (moneda oficial ucraniana), equivalentes a 10 mil 350 pesos, más un premio mensual en función de la complejidad de la misión.
MVS Noticias solicitó a la Embajada de Ucrania en México información respecto a dicha invitación y sobre el proceso de reclutamiento de los expolicías federales, pero a la fecha no ha habido respuesta.
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En entrevista con MVS Noticias, Karime Valero, esposa de Mario Lover, comenta que, a tres meses de distancia, el gobierno de México aún no les ha proporcionado apoyo para recuperar y repatriar el cuerpo de su cónyuge, mientras que la Embajada de Ucrania les brindó un apoyo mínimo.
“En lo que nos apoyaron en la embajada de Ucrania fue con meter documentación, hicieron unas llamadas y nos dieron un número de un bufete de abogados allá en Ucrania. Pero por parte de México no hemos tenido apoyo de nada”.
Karime señala que para viajar a Ucrania y continuar con los trámites para recuperar el cuerpo de quien fue su pareja por siete años, requiere de por los menos 100 mil pesos, razón por la cual ella y sus hijas le hacen un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para obtener su apoyo.
“Yo quisiera que la presidenta Claudia Sheinbaum nos apoyará porque ya estamos más desesperados porque no tenemos idea de dónde está el cuerpo para darle cristiana sepultura. Él pidió, en caso de fallecimiento allá en Ucrania, que fuera su cuerpo cremado”.
Arriesgan la vida por menos de 90 mil pesos
Impulsados por el ejemplo de Mario Lover, otros expolicías federales también buscan sumarse a las filas del ejército ucraniano, sin importar que ello implique arriesgar su vida por menos de 90 mil pesos mensuales.
De acuerdo con la información de la Legión Internacional, el pago para quienes se mantengan detrás de la línea de combate es de 550 dólares (10 mil 200 pesos); por servir en zonas de peligro la remuneración se incrementa a mil 100 dólares (20 mil 400 pesos), y para quienes estén desplegados en combate la paga es de 4 mil 800 dólares (89 mil 200 pesos). Las familias de los soldados caídos reciben una indemnización de 15 millones de grivnas, equivalentes a 6.9 millones de pesos.
Pese a ello, Adrián López, quien ya está realizando los trámites para trasladarse a Ucrania, dice que es preferible buscar mejores condiciones de vida en otro lado que aceptar la invitación del crimen organizado.
“A muchos compañeros les han llegado las ofertas de incorporarse al crimen organizado. El anexarnos a la delincuencia organizada no es nuestra opción, preferimos salir, tener un recurso mayor, darle una estabilidad a la familia, sabemos lo que conlleva ello, perder la vida porque es una guerra”.
Bernardo León, analista en seguridad y justicia, explica que, al recibir una remuneración por prestar un servicio a un gobierno extranjero, los expolicías federales se convierten en mercenarios, lo que podría traerles consecuencias a nivel nacional, de acuerdo con el artículo 37 de la Constitución Mexicana.
“En el caso de estos policías mexicanos, según el 37, fracción II, como están prestando servicios por su voluntad a un gobierno extranjero sin el permiso del Ejecutivo federal, también perderían ciertos derechos ciudadanos”.
A este respecto, Adrián López externó lo siguiente: “No se olvide que también somos mexicanos y no se vale, por querer sacar el sustento para la familia digan que les quitamos los derechos como mexicanos. ¿Qué nos has ofrecido de oferta laboral, con un buen sueldo y con buenas garantías como policías?”.
En el ámbito internacional, Bernardo León explica que la figura de mercenarios es considerada como un delito por la Convención Internacional contra el Reclutamiento, la Utilización, la Financiación y el Entrenamiento de Mercenarios de la ONU, la cual fue ratificada por Ucrania el 13 de septiembre de 1993, pero no por México ni por Rusia, lo que abre la puerta para que los exuniformados mexicanos pudieran ser juzgados como delincuentes, al no contar con protección internacional.
“Si los detienen en Rusia, son hechos prisioneros en combate, yo creo que Rusia, los procesaría y los juzgaría no como prisioneros de guerra, ni como combatientes, ni les aplicaría la convención de Ginebra, sino literal como delincuentes”.
A tres meses de distancia, Shecid dice que aún no logra asimilar la muerte de su padre
“Aún no puedo asimilar que mi papá esté muerto. No tuvieron corazón, me dijeron de golpe, no supe cómo tomarlo y sí fue muy doloroso”.