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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Héctor Méndez, Topo Mayor, fundador y presidente de Topos Azteca y Elías Mendoza integrante de Topos Azteca, hablaron sobre 40 años del terremoto en la CDMX.
A 40 años del devastador terremoto de 1985 en la Ciudad de México, los Topos Azteca, agrupación de rescatistas voluntarios fundada tras la tragedia, recordaron su origen y misión. Héctor Méndez, conocido como el "Topo Mayor", y Elías Mendoza, integrante del grupo, compartieron sus experiencias y reflexiones sobre el valor de servir a los demás en momentos de crisis.
“Los Topos nacen en 1985. Yo soy contador público, trabajaba en Hacienda. Me invitan por mis características personales y formaron una brigada”, relató Héctor Méndez. “El día del sismo me iba a correr, vi lo que pasó y me subí a un camión. Me bajé en Insurgentes y me fui con el Ejército al edificio Nuevo León a trabajar”.
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La experiencia marcó su vida para siempre: El terremoto del 85
“Me metí a trabajar, sacamos a una señora y a su sobrina después de 10 horas. Ahí ves pasar tu vida. Tienes miedo, pero también valor. Tenía unos tenis que terminaron desechos”, recordó el fundador de los Topos Azteca. “Hace 10 días me encontré a Rebeca, que salió con su marido”.
La agrupación, que ha participado en misiones de rescate internacionales, se mantiene firme en su compromiso de ayuda sin fines de lucro. “Los que le chingamos estábamos adentro. Los mexicanos somos así. No pedimos dinero. Vive para servir, para ayudar”, expresó Méndez.
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¿Cómo se vivió el sismo del 2017?
Elías Mendoza, quien se unió al equipo en 2017 tras el sismo que derrumbó el colegio Rébsamen, relató cómo su vida cambió desde ese día: “Llegué y ayudé a sacar escombros. Saqué niños que ya estaban muertos. Se siente miedo, pero uno es voluntario. Lo hacemos con amor”, dijo. “Si se cae mi casa, me gustaría que hubiera gente que me intente rescatar”.
Mendoza también compartió su experiencia en Turquía, donde la brigada trabajó tras el terremoto que cobró más de 50 mil vidas: “Sacaron a dos personas vivas. Luego ya murieron. Fue muy fuerte”.
Ambos rescatistas coinciden en rechazar la etiqueta de héroes: “No nos llamen héroes. Solo somos personas dispuestas para ayudar”, dijo Mendoza con humildad.
Los Topos Azteca cumplen cuatro décadas de entrega, sacrificio y valentía, siendo ejemplo de solidaridad dentro y fuera de México. Una historia que comenzó entre los escombros del 85 y que hoy sigue salvando vidas, sin más recompensa que el deber cumplido.
