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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Lubín Jiménez Horak, titular de MVS Noticias en Tampico, explicó todo sobre los Cenotes de Aldama y la explotación del Zacatón, el más profundo del mundo.
El cenote Zacatón, ubicado en el municipio de Aldama, Tamaulipas, no solo es el cenote más profundo del planeta, sino que también ha servido como laboratorio natural para investigaciones científicas innovadoras.
Este sitio, que es reconocido por su singularidad y belleza, ha capturado la atención de la comunidad científica mundial durante más de dos décadas. "El cenote Zacatón tiene una profundidad que podría albergar la Torre Eiffel", comenta Lubin.
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En 1994, equipos de buceo liderados por Check Exley y Jim Bowden intentaron registrar un récord mundial al alcanzar los 282 metros de profundidad. "Es un legado para el espeleobuceo y una prueba de la resistencia humana", señala Lubin.
¿Qué hace diferente al cenote Zacatón?
El Zacatón se caracteriza por su islote de zacate en el centro, el cual se mueve según las condiciones meteorológicas, convirtiéndolo en un atractivo único para los visitantes.
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Además de ser un lugar turístico, ha sido también un espacio para la exploración científica. La NASA utilizó este cenote como campo de entrenamiento para un robot diseñado para explorar Europa, una luna del planeta Júpiter. "En los próximos años, se planea que este robot viaje al espacio, taladre la superficie de Europa y recoja muestras de agua", explicó.
El objetivo es analizar la posible existencia de vida bacteriana en el subsuelo de esta luna, que comparte características bioquímicas con los cenotes en la Tierra.
Lo que muchos desconocen es que estos cenotes, considerados sagrados por las antiguas civilizaciones como los mayas, no solo ofrecen un vistazo al pasado espiritual de la región, sino que también abren puertas a descubrimientos futuros en astrobiología.
Por si fuera poco, el cenote Zacatón ha sido objeto de estudios sobre sus aguas, que permiten entender mejor las condiciones que podrían soportar vida en otros cuerpos celestes.
Al mirar hacia el futuro, Zacatón no solo nos conecta con la historia de nuestros ancestros, sino que también nos lleva a las fronteras del espacio. "Es un recordatorio de que aún hay mucho por descubrir tanto en nuestro planeta como más allá de él", concluye Lubin.
