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En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, el periodista de El País, Carlos Carabaña, abordó la alarmante discrepancia en las cifras de decomisos de combustible en México. Tras un análisis a los datos de la Agencia Nacional de Aduanas, el especialista evidenció un descontrol significativo en el combate al contrabando de gasolina y diésel.
El caso del buque Charles-Rocéan fue el punto de partida de su investigación, la cual pone en tela de juicio la eficacia de las aduanas que operan bajo el control de las Fuerzas Armadas.
Carabaña señaló que "los números no cuadran con la realidad del problema" y afirmó que "las cantidades son muy pequeñas en comparación con los litros ilegales que entran al país cada año".
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De acuerdo con Carlos Carabaña, durante el año 2020, las aduanas terrestres reportaron solo 137 embargos, sumando aproximadamente 7 millones de litros; que, comparado con los estimados 18 mil millones de litros que, según expertos, entran ilegalmente al mercado mexicano, la detección de contrabando resulta casi insignificante. "Hay un boquete enorme", aseveró.
Otro aspecto impactante de su análisis fue la concentración del huachicol en ciertas zonas. Según el periodista, de los 137 embargos terrestres, 110 ocurren en Tamaulipas, un punto crítico reconocido por las autoridades. "Todo esto hace sentido, porque es un lugar que se ha señalado varias veces", destacó.
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Aun con la presencia militar en las aduanas, el contacto efectivo y la vigilancia parecen ser insuficientes. Según Carabaña, ya que, menos del 5% de los embarcos son analizados y muchos pasan desapercibidos: "El aseguramiento no será en la aduana. Será fuera, cuando ya ha pasado la aduana".
Para terminar, Carlos Carabaña hizo hincapié en que las operaciones del crimen organizado están bien planeadas dado que, el huachicol fiscal se ha convertido en la segunda fuente de ingresos para el crimen organizado, justo después del tráfico de drogas.
"La red de corrupción que hemos estado informando abarca desde la Secretaría de Marina hasta agentes aduanales y empresarios", concluyó.
Sin duda, este análisis sobre la discrepancia en los números de decomisos no solo es un indicador de ineficiencia, sino también una clara señal de la magnitud del problema del huachicol en México.