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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS noticias, Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural habló de la acusación de México contra Adidas de apropiación cultural por lanzar huaraches con diseño de Villa Hidalgo Yalálag, Oaxaca.
En la actualidad, la apropiación cultural está en el ojo del huracán, especialmente cuando se trata de marcas internacionales que utilizan elementos de culturas indígenas sin reconocimiento. Recientemente, la subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez Vespalova, abordó este tema en una entrevista, resaltando la importancia de proteger el patrimonio cultural de México.
"Sabemos de varios casos de apropiación cultural... y eso está mal", afirmó Marina Núñez, refiriéndose a las piezas de moda que a menudo son copias de tradiciones y diseños originarios de comunidades indígenas.
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La Ley de Protección del Patrimonio
Marina Núñez explicó que México cuenta con una ley que protege los derechos de los pueblos indígenas sobre sus bienes culturales. "Lo que dice la ley es que se abre una ventanilla de atención a través de la Secretaría de Cultura y el INDAUTOR", detalló.
Esta normativa busca iniciar un diálogo entre las marcas que han cometido plagio y las comunidades afectadas para llegar a acuerdos que incluyan el resarcimiento por el uso no autorizado de sus tradiciones.
"Es un concepto nuevo con el que tenemos que empezar a vivir", agregó la subsecretaria, destacando la necesidad de reconocer tanto los derechos individuales como los colectivos en materia de propiedad cultural.
Los problemas de apropiación cultural no son ajenos al público, y nombres como el diseñador estadounidense Willy Chavarría, quien lanzó una línea de productos inspirados en Oaxaca, han levantado polémica. Chavarría ha sido señalado por utilizar elementos culturales sin la autorización adecuada.
Justicia Social y Patrimonio Cultural
Marina enfatizó: "Las comunidades indígenas son quienes han preservado una tradición que surgió dentro de sus comunidades... por lo tanto, son ellos los únicos que deciden cómo se usa su patrimonio".
Este punto de vista es crucial, ya que muchas veces estos diseños son explotados comercialmente sin que las comunidades reciban beneficios. Además, Núñez recordó que "los pueblos suelen ser económicamente deprimidos", lo que agrava la situación frente al uso comercial de sus tradiciones.
En el pasado, marcas como Zara han enfrentado acusaciones similares, pero también se han dado casos de éxito en donde se reconoce el patrimonio cultural y se llega a acuerdos. Marina concluyó afirmando que "con las comunidades se puede llegar a un acuerdo", invitando a los interesados a acercarse a la Secretaría de Cultura para discutir colaboraciones.
La discusión sobre la apropiación cultural es fundamental y requiere atención continua. Las voces de las comunidades no pueden ser ignoradas, y el camino hacia la justicia cultural debe ser recorrido con cuidado y respeto.