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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS noticias, el clavadista y medallista olímpico, Osmar Olvera ya tiene la mira puesta en Los Ángeles 2028. La presidenta Sheinbaum respondió a su petición: habrá más apoyo para su entrenadora Ma Jin.
Osmar Olvera, un nombre que resuena con fuerza en el ámbito deportivo, se alza como campeón mundial tras su brillante desempeño en el Mundial de Clavados en Singapur. Con tan solo veinte años, este joven ha logrado lo que muchos sueñan, y su historia es un ejemplo de dedicación, esfuerzo y pasión.
Tras su regreso a México, Osmar expresa su entusiasmo: "Estoy muy, muy contento. La verdad que disfruté Singapur y, aunque un poco cansado, estoy feliz por todo lo que estoy viviendo". Esta actitud positiva refleja su enfoque hacia la vida y el deporte.
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En su último clavado, Osmar revela que, al caer en la fosa, solo pensó en una cosa: "Lo logré. Ya hice todo lo que estaba en mí". Esta firmeza mental es clave en un deporte donde los detalles marcan la diferencia.
La presión como motivación
Ser campeón mundial no es tarea fácil. Con la victoria vienen las expectativas y la atención de los medios. Osmar reconoce, "Claro que pesa, pero trato de verlo más como una motivación que como una presión".
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Esta mentalidad es fundamental para manejar el estrés y enfocarse en el rendimiento. La colaboración con su psicóloga ha sido vital para Osmar:
"Creo que estoy listo para eso". En cuanto a su preparación, Osmar menciona que ha habido ajustes: "Hubo un poco de todo; sin duda, algunas cosas cambiamos para mejorar". Esta búsqueda constante de la excelencia muestra su compromiso con el deporte y su deseo de superarse.
El apoyo fundamental de su entrenadora
La figura de su entrenadora, Ma Jin, ha sido esencial en su trayectoria. "Ella siempre está buscando qué mejorar y ve el más mínimo detalle en cada clavado". La relación que Osmar tiene con su entrenadora no solo se basa en la técnica, sino también en la confianza y la comunicación.
Además, destacó que Ma Jin permanecerá junto a él en su camino al éxito, lo que añade una capa de estabilidad a su preparación.
"Mi papá siempre me ha apoyado. Me identifica con Wolverine, mi personaje favorito de Marvel", compartió. Esta conexión familiar es una de sus principales motivaciones, añadiendo humanidad a un atleta ya de por sí impresionante.
En conclusión, la historia de Osmar Olvera es un recordatorio del poder del trabajo duro y la perseverancia en el deporte. Con su actitud y una mentalidad positiva, es evidente que este joven clavadista tiene un futuro brillante. ¿Hasta dónde llegará Osmar? La comunidad deportiva espera ansiosa sus próximos movimientos.
