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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS noticias, Víctor Sánchez, especialista en seguridad pública habló de los cárteles mexicanos como Sinaloa y CJNG que operan en más de 90 países y han tejido redes globales con otras mafias. ¿Cómo lograron esa expansión?
Los cárteles mexicanos han extendido su influencia a una sorprendente cantidad de países. Según Víctor Manuel Sánchez, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, estos grupos criminales tienen presencia en 97 naciones, un incremento significativo desde los 14 países que incluían en 2012.
"La lógica de estos cárteles es similar a la de empresas transnacionales. Buscan maximizar sus márgenes de beneficio en mercados ilegales", explicó Sánchez.
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Esta expansión se realiza aprovechando la demanda no satisfecha de drogas y otros productos ilegales, y se teje a través de alianzas con organizaciones locales en diversos continentes.
Un crecimiento acelerado en el mercado global
Los cárteles, como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, están adoptando una metodología distinta a la de sus operaciones en México.
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"No vemos grandes convoyes, sino emisarios educados y locales que conocen la logística de puertos y hablan diferentes idiomas", destacó Sánchez.
Esto les permite crear una red más eficiente para mover productos en el extranjero. Además, ha habido un aumento en la demanda de insumos necesarios para la producción de drogas sintéticas, lo que ha llevado a cárteles como el de Sinaloa a establecerse en países como Colombia y Perú, principales productores de cocaína.
"Este proceso es un círculo que se autoalimenta. La presencia en un nuevo país permite un acceso más sencillo a otros mercados", agregó.
Desafíos en el combate a la criminalidad
La expansión de estos cárteles también plantea un reto considerable para las autoridades internacionales. Aunque se han registrado detenciones en varios países, cada nación actúa de manera aislada, lo que favorece a las organizaciones criminales.
"El intercambio de información es escaso y eso dificulta el combate a estas organizaciones", alertó el investigador.
Sánchez mencionó que, aunque la violencia comúnmente asociada con los cárteles no es tan evidente en países más desarrollados, existen reportes de laboratorios en África operados por individuos vinculados a estos grupos.
"En Kenia, por ejemplo, se descubrieron laboratorios que apuntaban al mercado europeo", subrayó. Con un panorama tan complejo y en constante evolución, surge la pregunta de si esta expansión internacional podría llevar a una mayor colaboración entre los gobiernos para combatir a los cárteles. La lucha contra estas organizaciones transnacionales aún está lejos de resolverse. ¿Estaremos preparados para enfrentar estos nuevos retos a nivel global?