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En entrevista con Ana Francisca Vega, para MVS Noticias, Luis Miguel González, director editorial de El Economista, mencionó lo bueno, malo y feo de la prohibición a la importación temporal de calzado terminado.
En una reciente entrevista, González analizó la situación alarmante del calzado en México, donde en solo dos años el número de pares importados bajo un esquema de maquiladora pasó de dos millones a ¡40 millones!.
Esta cifra revela un abuso significativo que ha saltado a la vista del gobierno. "Se detectó un abuso del esquema de importación temporal", comentó González.
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Este problema ha llevado a la implementación de nuevas medidas anunciadas por Marcelo Ebrard, quien busca regular la entrada del calzado, que en su mayoría proviene de países como China y Vietnam.
Cambio en el régimen de importación
A diferencia de lo que muchos pueden pensar, el nuevo régimen de importación temporal solo está enfocado en las maquiladoras. "Lo que se está intentando frenar son los pares de calzado que entraban terminados, no en partes como debería ser", explicó González.
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La anulación de facilidades a quienes hacían trampa pretende proteger la industria nacional, que ha sufrido por la competencia desleal. "Es necesario que lo que se puso en papel ocurra en la práctica", agregó el especialista. La gran pregunta ahora radica en cómo el gobierno logrará controlar las importaciones para garantizar que el contrabando no se convierta en un problema aún más complicado.
¿Qué es lo preocupante en este sector?
González destacó que el contrabando técnico ha causado perdidas importantes en el empleo. "Se han perdido mínimo doscientos mil empleos en los últimos años solo por ese contrabando en la industria del calzado", advirtió.
Este problema no solo afecta a quienes trabajan en la fabricacion, sino que también hace más difícil cumplir las demandas de calidad y precio en el mercado mexicano. Al finalizar la entrevista, González dejó claro que, aunque las nuevas medidas son un paso en la dirección correcta, se requiere un esfuerzo conjunto de las autoridades y la industria para combatir efectivamente este problema.
La situación que enfrenta la industria del calzado en México es crítica, pero con los cambios correctos, se podría restaurar el equilibrio y proteger las fuentes de empleo.