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En entrevista para MVS Noticias con Pamela Cerdeira, Rodrigo Guerra Wong, abogado, hablará sobre custodia de mascotas, que será analizada en casos de divorcio en la CDMX.
El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma inédita al Código Civil que establece la obligación de incluir un plan de cuidados para los animales de compañía en los procesos de divorcio y concubinato. Con esta modificación, la capital del país se convierte en la primera entidad en reconocer legalmente la custodia y régimen de convivencia de mascotas como parte de la disolución de una relación.
Antes de esta medida, las solicitudes de divorcio se limitaban a aspectos relacionados con hijos, bienes y pensiones alimenticias. Ahora, los cónyuges deberán definir quién se quedará con la custodia del animal y quién tendrá derecho de convivencia. En caso de desacuerdo, corresponderá a un juez determinar al cuidador más apto, tomando en cuenta evidencias como registros oficiales o cartillas de vacunación.
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"Por un lado las mascotas, los animales en el mundo del derecho son considerados cosas. Son considerados bienes inmuebles, no son como tal personas. Y ahora, gracias o a través de esta reforma, se les está reconociendo derechos a los animales, lo cual no es nuevo, pero estos derechos ya van más allá al grado de asemejarlo precisamente a cuestiones inherentes a las personas, como un régimen de convivencias y visitas y un régimen de custodia", señaló el abogado.
"No niego que sea algo favorable que se reconozcan derechos de las mascotas, pero bajo ninguna circunstancia los podemos asemejar a una persona", agregó.
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¿Las mascotas se tratan igual que los hijos?
Aunque en términos legales los animales siguen siendo considerados bienes muebles, esta reforma avanza hacia un reconocimiento más amplio de sus derechos. El esquema aprobado asimila la custodia y régimen de visitas a lo que ocurre con los hijos, lo que podría abrir la puerta a nuevas obligaciones, como el pago de manutención para garantizar el bienestar del animal.
En la práctica, esta regulación busca dar certeza en casos de conflicto. Si la mascota fue adquirida antes del matrimonio o concubinato, se considerará propiedad individual, pero si fue adoptada durante la relación, se deberá definir su destino de forma similar a los bienes compartidos.
"El juez, al igual que con los hijos, al igual que con los otros bienes, va a tener que determinar quién es el más apto para el cuidado, para la custodia y por otro lado para la convivencia", explicó Rodrigo Guerra.
¿Qué retos traerá esta reforma?
Especialistas señalan que la medida puede complicar los procesos de separación, pues obliga a las parejas a llegar a acuerdos más amplios. También prevén que surjan debates sobre quién cubrirá los gastos de alimentación, salud y cuidado de las mascotas, un tema que ya ha generado precedentes en países como Estados Unidos y España.
"Si ya están dando pie a que se fije una postura formal, legal sobre quién se queda y quién tiene derecho a convivir, como lo platicamos hace un ratito, también se va a obligar a quién lo va a mantener", expuso el especialista.
Aunque existen posturas críticas sobre equiparar a los animales con personas dentro del marco jurídico, la realidad es que la reforma refleja la creciente relevancia de las mascotas dentro de las familias mexicanas. En adelante, la custodia y convivencia de perros, gatos y otros animales de compañía dejará de ser un asunto meramente personal para convertirse en parte de los convenios legales de separación.
