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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Facundo Rosas, ex subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial y consultor en seguridad y manejo de crisis, habló de la estrategia nacional contra la extorsión y la reforma constitucional para perseguirla de oficio.
Rosas alertó sobre el crecimiento sostenido del delito de extorsión en México, al tiempo que pidió un enfoque integral que vaya más allá de las cifras oficiales y reformas legislativas.
¿Cuál es la cifra de extorsión en 2025?
Durante su análisis, explicó que las carpetas de investigación por extorsión han aumentado 52% desde 2019 y el número de víctimas ha crecido un 57%. Aunque en lo que va de 2025 el aumento es de sólo 5% comparado con el mismo periodo de 2024, el Gobierno Federal presentó un dato más amplio: un alza del 27.7% si se compara el primer semestre de 2019 con el de 2025, lo cual, en palabras del experto, “se me hace un poco rebuscado por no decir otra cosa”.
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El principal problema, dijo, es que las estadísticas sólo reflejan una mínima parte del fenómeno. "La cifra real sobre la cual está diseñada esta estrategia es de solamente el 0.2%, que es lo que se denuncia a nivel nacional", citó Rosas con base en datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. "La cifra negra, de acuerdo al INEGI, indica que el 99.8% de los delitos no se denuncian. Lo que se está atendiendo es la punta del iceberg".
¿Cómo fue evolucionando este delito?
Rosas también explicó la evolución de este delito desde finales de los 90, cuando el combate al secuestro desarticuló grupos criminales como los Arizmendi o los Canchola, quienes al ser encarcelados comenzaron a operar extorsiones desde prisión. “Las primeras víctimas fueron presidentes municipales, que no denunciaban por vergüenza”, señaló.
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Si bien muchas extorsiones aún se cometen vía telefónica, preocupa el auge de la extorsión presencial o “cobro de piso”. En 2018, representaban sólo el 8.4% de los casos; en 2023, esa cifra creció al 14.4%. Para Rosas, esto es reflejo de la impunidad: “Es mayor riesgo para el delincuente, pero como está tan asustada la sociedad y tan débiles los canales de comunicación, aprovechan ese vacío para presentarse”.
Sobre la estrategia nacional recientemente presentada por el gobierno, que incluye el congelamiento de cuentas y una reforma constitucional para perseguir de oficio el delito, Rosas fue optimista pero cauto. “Sí puede funcionar, porque es una réplica del modelo contra el secuestro que dio buenos resultados. Lo importante es no tirar a la basura lo que ya se aprendió”, concluyó.