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En su colaboración para MVS Noticias con Manuel López San Martín, Ezra Shabot, periodista, habló sobre cómo el Tribunal Electoral actúa para ejercer la censura y el miedo.
Ezra Shabot alertó sobre un preocupante retroceso democrático en México, al señalar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha adoptado prácticas propias de la censura y la persecución política que antes correspondían a la Secretaría de Gobernación en los tiempos del viejo régimen priista.
Tribunal Electoral: ¿Nuevo instrumento de censura en la 4T?
Shabot explicó que, durante décadas, Gobernación era la instancia encargada de ejercer control político y de presionar a medios y voces críticas. Sin embargo, desde la transición democrática iniciada en la segunda mitad de los noventa, esa función represiva se había contenido parcialmente. Hoy, afirmó, se está recomponiendo el aparato de control, pero desde nuevas trincheras institucionales.
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"Antes, estos amagos, esta censura o este intento (de censura), venía de una secretaría: Gobernación. Era, durante el régimen priista hegemónico, el lugar donde te hablaban, te presionaban, te decían "cállate" porque "eso no se puede decir", etcétera, etcétera, porque era parte de la estructura autoritaria con la que funcionaba el propio sistema", explicó Shabot.
Para el analista, el TEPJF ha sido “colonizado” por el régimen de la 4T, y ahora opera con criterios discrecionales al aplicar sanciones o emitir resoluciones, muchas veces dirigidas contra opositores o disidentes internos del propio movimiento. Ejemplificó cómo anteriormente las multas por rebasar topes de campaña eran vistas como un costo más del proceso electoral; ahora, no solo se mantienen esas prácticas, sino que se instrumentan con sesgo político.
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"Ahora resulta que uno de los órganos colonizados, es decir, absorbidos por la 4T, que es el Tribunal Electoral, asume directamente esa posición. ¿Y qué es lo que hacen? Pues violencia política de género, difamación, etcétera. En un régimen democrático se vale hacer la denuncia, se vale investigar y se vale sancionar, pero cuando el Tribunal Electoral termina asumiendo todas y cada una de esas funciones, y por consigna, o porque se les pega la gana (porque así funciona el autoritarismo), pues se van sobre un ciudadano, una ciudadana, etcétera", señaló el analista.
"Es un retroceso brutal en términos de una democracia mexicana que está viviendo sus peores momentos", advirtió.
El conflicto interno de Morena y la mano de AMLO en el poder
Shabot también abordó las tensiones internas que atraviesa Morena, partido gobernante, al asegurar que la ausencia formal de Andrés Manuel López Obrador ha debilitado la cohesión del movimiento. Indicó que figuras como Adán Augusto López y Ricardo Monreal han quedado en medio de una pugna interna, donde cada decisión parece estar motivada por lealtades cruzadas.
El analista criticó el doble estándar que prevalece entre los actores políticos, especialmente cuando se trata del uso de recursos y la exposición pública. Cuestionó los viajes ostentosos de funcionarios que se presentan como austeros, y señaló que más allá de la legalidad, el problema central es de lealtad política y control de facciones.
"Todos aquellos que han sido hoy acusados como presuntos delincuentes o utilizadores de recursos públicos para pasearse por todo el planeta, resulta que estos son aquellos que López Obrador dejó como cuña dentro del nuevo gobierno. O sea, Adán Augusto, Ricardo Monreal... Pero prácticamente estarían todas y cada una de estas figuras que hoy tienen que definir si están para trabajar para la presidenta o para trabajar para el expresidente", aseguró Shabot.
"Lo que sí queda claro es que un día sí y otro también aparecen este tipo de figuras, viajando, moviéndose, con fotos, y por todos lados en una guerra que me parece muy clara, es la guerra finalmente por la presidencia de la República", afirmó.
Finalmente, Shabot vinculó los recientes conflictos dentro del oficialismo con los acuerdos entre personajes como Adán Augusto López y figuras de otros partidos, como los Yunes, en lo que describió como “una rebatinga” que refleja la descomposición política y la lucha por el poder en el México post-AMLO.