Audio relacionado
En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Hernán Gómez, periodista, habló sobre la política de comunicación de Claudia Sheinbaum, así como de la orden de aprehensión girada contra un exsecretario de Seguridad de Tabasco.
La estrategia de comunicación de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido objeto de críticas por su manejo centralizado y por decisiones impulsivas que han debilitado la narrativa gubernamental frente a temas sensibles.
Una de las decisiones más cuestionadas fue la confrontación directa con el abogado Jeffrey Lichtman, representante de un líder del narcotráfico, lo que muchos consideraron un error al colocar a la presidenta en el mismo nivel del discurso acusatorio. Esta respuesta, según expertos, careció de planeación y fue una reacción impulsiva.
Te podría interesar
"Es obvio que todo lo que está diciendo ese abogado es mentira, y me parece increíble que nuestra oposición le siga el juego al trumpismo de que nuestro gobierno está infiltrado por el narco", señaló Hernán Gómez.
"Lo que sí veo es un error en la estrategia de comunicación de la presidenta. No tuvo que haberse puesto a discutir con el abogado del narco. Demandarlo es meterse en un pleito a su nivel y hacer crecer su discurso, que en realidad es un disparate, y yo creo que lo que estamos viendo aquí es que la estrategia de la presidenta empieza a hacer crisis", agregó.
Te podría interesar
Además, señala que la presidenta carece de un equipo de comunicación sólido que pueda asesorarla adecuadamente en situaciones de crisis.
"Ante la dificultad de tener a alguien de comunicación que haga bien ese trabajo, está queriendo tomar todas esas decisiones, centralizarlo todo, y yo creo que esta fue una decisión equivocada. La presidenta tiene que empezar a delegar más y a confiar en ciertas personas", expresó el periodista. "Aquí tiene que haber una estrategia de comunicación más fuerte que le diga: 'Oye, no puedes ponerte al tú por tú con el abogado de un narco'", añadió.
Caso Bermúdez: tensiones internas en la 4T y silencios incómodos
El escándalo que involucra a Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad en Tabasco, presuntamente vinculado con el grupo criminal La Barredora, ha encendido un nuevo foco de tensión dentro de la 4T. Legisladores y figuras públicas han exigido rendición de cuentas, incluyendo al coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco y cercano al expresidente López Obrador.
Informes de inteligencia militares alertaban desde 2019 sobre posibles vínculos de Bermúdez con el crimen organizado. A pesar de estas advertencias, fue designado como responsable de la seguridad pública en Tabasco. Esta omisión ha reavivado cuestionamientos sobre la responsabilidad de los altos mandos en el nombramiento de funcionarios.
Analistas advierten que este conflicto revela una distancia creciente entre el “claudismo” y el “obradorismo”. Mientras se intensifican los señalamientos contra figuras vinculadas a la administración anterior, surgen tensiones internas y posibles rupturas dentro del movimiento.