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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Nayeli Roldán, periodista de Animal Político, explicó todo sobre los acordeones, acarreo y votaciones lentas: la visión de una funcionaria de casilla en la Elección Judicial.
La designación de Nayeli como funcionaria fue, desde un inicio, atípica. “Mi apellido es con R y nací en noviembre, entonces ¿cómo terminé siendo funcionaria? Pues porque la mayoría rechazó participar. El visitador del INE ya llevaba un mes tocando puertas sin éxito”, relató. La negativa generalizada contrastó con otros procesos electorales, donde “con una semana se completan cuatro casillas”.
¿El rechazo a la Elección Judicial es únicamente de la ciudadanía?
El rechazo, sin embargo, no era exclusivo de la ciudadanía. “El capacitador del INE me dijo que este sería su último proceso. Antes era un orgullo trabajar en el INE, ahora se siente desgraciado”, compartió la periodista, subrayando el clima de desgaste institucional.
Durante la jornada, Roldán fue testigo de múltiples formas de protesta y manipulación. “Las dos primeras personas en votar se llevaron sus boletas sin usarlas como forma de protesta. Después, los votantes llegaban en grupos de 15, con celulares en mano, viendo acordeones digitales con instrucciones de voto”.
Algunos incluso posaban frente a la manta con el número de casilla y eran fotografiados por terceros. Una mujer le confesó a Roldán que pertenecía a una organización civil que buscaba vivienda, y que le exigieron una foto como prueba de participación.
¿Cómo fue la participación ciudadana?
“No necesariamente llevaban su propio acordeón. En algunos casos, claramente alguien más se los proporcionó”, señaló. También observó a un joven que parecía monitorear el movimiento: tomó fotos, usó el celular constantemente y, tras su salida, empezaron a llegar grupos de votantes en bloque.
Otra irregularidad fue el tiempo de votación. “El que más se tardó estuvo 40 minutos. Si hubiéramos tenido una votación masiva, habría sido imposible sostener el flujo”.
Roldán también destacó que, a diferencia de otras elecciones, los ciudadanos no contaron los votos. Solo se clasificaron las boletas por color. Aun así, tuvo acceso a algunas, donde encontró mensajes de protesta: “Esto es una dictadura”, “Este proceso no tiene legitimidad”. Incluso, algunas boletas parecían haber sido llenadas para una foto y luego anuladas deliberadamente. “Ponían nombres visibles y después un parche encima. Quizá fue un acto de rebeldía”.
El desinterés y la protesta se reflejaron en los datos: más del 87% del padrón no acudió a votar y se registró un número récord de votos nulos. “Ese es el mensaje más claro de esta elección: el rechazo”, sentenció.
¿Fue correcto anular las boletas?
Sobre la polémica de si se debían anular las boletas no utilizadas, Roldán explicó que en su casilla no hubo debate. “Nos dijeron que no se debía hacer, aunque al ver las bolsas con boletas sin usar, tan flacas, fue impactante. Era el símbolo visual del fracaso del proceso”.
Finalmente, cuestionó el discurso oficial. “La presidenta del Poder Judicial dijo que fue un éxito. Pero no. El rechazo fue tan fuerte que ni con acarreos ni con presión se logró ocultarlo. Fue una jornada donde quedó claro que a la mayoría no le importa, o mejor dicho, no confía”.
