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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Hermana Leticia Gutiérrez Valderrama, directora ejecutiva de Ministerio de Hospitalidad para Migrantes Diócesis de El Paso, Texas, habló sobre por qué Texas se une a protestas contra redadas de Trump; Abbott ordena despliegue de la Guardia Nacional.
Las recientes medidas del gobernador Greg Abbott para desplegar a la Guardia Nacional y reforzar las redadas migratorias en Texas han provocado reacciones de indignación entre comunidades religiosas, activistas y defensores de derechos humanos.
“Pamela, qué se puede decir en estos momentos tan complicados para la gente... mucha frustración y también mucha impotencia”, expresó al describir el clima de miedo e incertidumbre que viven las comunidades latinas en Texas.
¿Qué es lo preocupante?
Gutiérrez Valderrama señaló que, pese a que muchas personas acuden a las cortes migratorias con intenciones legítimas de regularizar su estatus, son detenidas al salir por agentes del ICE, muchas veces sin orden judicial. “Es un acoso de todo el día… en las noticias, los vecinos, el temor de salir a la calle porque en cualquier momento puedes estar en el lugar equivocado”.
El Paso ha sido uno de los puntos clave para estas acciones. Según la hermana Leticia, desde diciembre se ha reducido visiblemente la presencia de migrantes en la ciudad. “Las casas del migrante están cerradas”, afirmó. Sin embargo, el peligro se ha trasladado ahora a las cortes migratorias.
¿Cómo es la situación en Texas?
Durante las audiencias, activistas han documentado cómo agentes policiales esperan a las personas afuera de las salas. “Este lunes eran más de 8 agentes. Detuvieron a más de 20 personas que entraron a la audiencia de las 8:30 a.m., incluyendo a una madre con una bebé de apenas dos semanas de nacida”.
Además, denunció que se ha negado a las personas el derecho básico de solicitar ver una orden judicial para su detención. “Ni siquiera permiten que se acerquen los defensores. Si alguien quiere ir al baño o cambiar una toalla femenina, la respuesta es: ‘en el centro de detención hay baño’”, relató con indignación.
Gutiérrez también subrayó la labor que realiza su organización como intermediaria. “Cuando vemos personas solas, preguntamos si tienen a alguien a quien avisar. A veces nos dan el número de una tía, hermana o pareja para que sepamos dónde están, porque ni siquiera informan a qué centro de detención los llevan”.
Situaciones similares han sido reportadas en California y otros estados, lo que ha generado una ola de protestas en todo el país. Las comunidades exigen detener estas acciones que, aseguran, criminalizan a personas que solo buscan una vida mejor.